𝐜𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐

223 20 13
                                    

°Narrador omnisciente°

Tras lo sucedido con el de cresta, Conway se sentía en shock, no entendía como aquel chico tuvo el valor de hacer una escena como esa.

Llamó a Gustabo a su despacho y hablaron, bueno mejor dicho discutieron, sobre lo que le pasaba a Horacio.

Mientras tanto Horacio se encontraba saliendo de su casa, había ido hasta ahí en su nueva moto para cambiarse a algo más cómodo y que pasara desapercibido, luego de lo sucedido con Conway suponía que iban a buscarlo y querer explicaciones así que prefería mantener un perfil bajo.

Iba completamente de negro y con un bolso que solo tenía dos cajetillas de cigarros y un encendedor viejo con cosas escritas.

Subió a su moto y conducio rumbo a la licorería más cercana, ahí compró todo tipo de alcohol y lo puso dentro de su bolso. Tenia planeado ir al único lugar que le daba paz, para pensar y emborracharse sin que nadie le moleste.

•Narra Horacio•

Me encontraba cerca de donde los buzos, en un risco con bastante altura. Este lugar me fascina, es silencioso y huele a la sal del mar, me transmite mucha paz.

Ya me encontraba decidido a dejar de ser un mierdas, siempre estoy limitando mis habilidades con las armas y peleando, igual que mis maneras de persuadicion u manipulación, como se prefiera decir. Además de que ya me estaba cansando bastante de que todos me humillaran y trataran como la mierda, la pantalla de chico sensible a llegado a su fin.

Abrí mi bolsa sacando dos botellas de cualquier alcohol que haya comprado y una cajetilla de cigarros junto a mi encendedor. Me quedo mirando unos segundos ese artefacto.

Tiene tantos años y un significado tan grande para mí. Era de la única persona en este mundo que verdaderamente me amaba y me conocía bastante bien, él era una persona increíblemente brillante en todos los sentidos, hermoso, de personalidad increíble, amable, quizas un poco muy arrogante pero eso no le quitaba lo detallista que era conmigo.
Le extraño cada día, era el amor de mi vida, es triste que lo único que me quede de él es este mechero con nuestras iniciales, fechas importantes y un par de garabatos que el le dibujó.

Abrí una de las botellas y le di un trago largo sin preocuparme por el leve ardor en mi garganta que esta me estaba dando. Seguí tomando hasta acabarla y tras eso me encendí un cigarro mietras abría la otra botella.

-En serio te extraño tanto, Ethan - susurre para mi mismo tras haber soltado el humo del tabaco.

Mientras mis palabras se iban volando con el viento, algunas lágrimas rebeldes se desprendían lentamente de mis ojos. Estaba seguro de que hoy sería otra noche difícil.

°Narrador omnisciente°

El de cresta bebió sin control alguno mietras de a poco sucumbia ante las malas ideas de sus demonios internos. Pensamientos muy crueles y recuerdos que le desgarraban el alma se hacian presentes poco a poco.

Con una borrachera muy grande y su juicio completamente nublado por el alcohol y malos recuerdos, subió a su moto y conducio como pudo hasta garaje central. En el camino se calló un par de veces y casi atropellada a varias personas, pero logró llegar y dejar ahí su moto.

Tenia pensado quedarse ahí durmiendo pero tenía que alimentar a Pablito y Perla, así que decidió caminar hasta alguna tienda para comprar el alimento y luego caminar a casa.

Esto no le fue posible ya que al cruzar sin cuidado, en la esquina de garage central una camioneta le atropello haciendo que cayera inconsciente.

A su vez, Gustabo y Conway se encontraban patrullando juntos cuando por casualidad se acercaron a aquella esquina y vieron a varias personas amontonadas en la calle al rededor de algo.

Estos tras ver eso estacionaron el patrulla y bajón para ver que sucedía

-Qué cojones está sucediendo aquí?- cuestiono con su típico carácter fuerte el súperintendente.

Las personas ahí paradas al escuchar a este se alejaron un poco para dejar que viera lo sucedido.

Los dos policías al ver que se trataba nada más y nada menos que de Horacio en el suelo inconsciente, rápidamente preguntaron por lo sucedido y estos le dijeron que alguien lo había atropellado y se dio a la fuga. Llamaron a una ambulancia y lo trasladaron al hospital.

Horacio se despierta al día siguiente en el hospital con una resaca increíble y dolor en el cuerpo por el choque. Era consciente de la mayoría de los sucesos que se dieron ayer y se maldecía a si mismo por haber acabado en el hospital.

Este sabía que seguramente afuera se encontrarían Gustabo u Conway, listos para quejarse de el y echarle peste igual que siempre.

Y dicho y hecho, por la puerta de esa habitación aparecieron ambos dos, rápidamente Horacio se sentó en la camilla ignorando todo dolor que sintiera, él ya no se dejaría pasar por encima por nadie más, nunca.

-Veo que ya estás despierto, nenaza. Ahora dinos qué coño te sucede?! Acaso pretendes dejar el CNP?! El CNI?! Sabes que tu solo no eres nada, que eres muy blando para este mundo.

Horacio al escuchar esas palabras miró a los ojos a ambos hombres, buscando un ápice de mentira en esas palabras, pero lo único que encontró fue seriedad por ambas partes, confirmando sus sospechas. Ambos hombres pensaban así de él, lo veían débil e inútil, lo veían como una carga, como algo que podían utilizar y luego tirar a su gusto.

Ante la atenta mirada de ambos hombres el de cresta dirigió su mano a la intravenosa que tenía conectada y con cuidado se la retiró, se levantó y fue hacia el sofá que había dentro de aquella sala, sobre este se encontraba su ropa del día anterior, la agarró y se adentró al baño para ponérsela. Al salir ya cambiado se acercó a estos y los miró.

-Esta muy equivocado, Superintendente. Yo no soy débil, no soy algo que pueden utilizar a su gusto, ni tampoco soy ese chico infantil e inseguro que creen conocer- les dijo el de cresta con seriedad mirando a los ojos a ambos hombres -Todo a sido una farsa, una pantalla nada más, pero ya me cansé de ello.

Y al decir esas palabras hecho a andar hacia fuera del hospital, dando un par de vueltas y colándose entre la gente antes de salir, para que los otros le perdieran la pista, si es que lo seguían.

Al salir se fue a pasó lento hasta su primer apartamento en esa ciudad, que seguía sido suyo a escondidas de todos.

To be continued...

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°
well, me emociona un poco bastante el desarrollo de esta historia, espero les gustado como a mi♡

y como siempre, mañana más? y mejor?

•CUALQUIER ERROR NOTIFICARME Y EN LA MAYOR BREVEDAD INTENTARE CORREGIRLO. GRACIAS♡

Me cansé de fingir- Horacio PérezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora