Capitulo 18: "Fue ella verdad?"

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Estoy sentada en la cocina, tomando un café y redactando unos informes de trabajo en mi portátil. Son las últimas horas de la mañana y el sol está en todo su esplendor en el cielo, sus rayos entran fuertemente por las ventanas iluminando todo. Tomo se fue a trabajar y no vendrá hasta las últimas horas de la tarde porque trabaja en las oficinas de su empresa, que estaban en la ciudad vecina.

Me levanto de la mesa para lavar la taza y después la guardo, me acerco a la portátil y cierro el archivo ya corregido y subo a mi habitación a guardar la portátil. Ahora no tengo nada que hacer, y son apenas las 2 de la tarde, decido asear mi habitación, paso la escoba y después la cera al piso, coloco nuevas sabanas y mantas a la cama, paso el plumero por los muebles y ordeno mis cosas y ropa del armario, me pongo los guantes y limpio mi baño que está lleno de manchas de mis sombras y delineadores. Otra vez sin nada que hacer y ahora son solo las 4:15 de la tarde. Bajo a el living, paso a el comedor y después a la cocina, todo está limpio y ordenado, nada que limpiar… Sigo pensando que hacer y me encamino a mi habitación a dormir una sienta pero cuando llego a la puerta de mi habitación decido no dormir, y voy de nuevo a la cocina. Cocinare algo. Reviso las cosas que hay en la cocina y hago una lista de qué cosas faltan.

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Cuando me alejo del sendero del lago y voy entrando al pueblo, la gente me mira como si fuera un fantasma, es incomodo. 

Estefanía:  ____ eres tú? –se acerco la anciana dudosa

Tu: Si, porque me miras así? Pareces que acabas de ver un fantasma, de hecho, todos me miran así…

Estefanía: Es que pensamos que te habías muerto –dijo como si nada.

Tu: Que!? Como que muerta? –estaba desconcertada- pero porque piensan eso?

Estefanía: Porque un vecino vio como te estabas ahogando y corrió a buscar ayuda y cuando otros vecinos fueron vieron que Tomo te había sacado del lago, nadie se animo a acercarse a él ya sabe –agito sus manos- sique se fueron, pasaron los días y tú no te veías en el pueblo, asique todos pensaron que bueno, falleciste.

Tu: Pues aquí me ven, vivita y coleando.

Estefanía: Porque no saliste los días después de tu accidente?

Tu: Estaba aun adolorida y además Tomo quería que me quede para recuperarme –me excuse

Estefanía: Recuperarte? Pero si no fue tanto –JÁ, si supiera que un demonio casi me mata, que parecieron unos ángeles y que días anteriores fui acosada creo que ahora estaría en un loquero.

Tu: Estaba asustada, ahora no –le sonreí

Estefanía: la comprensión brillo en sus ojos – Fue ella verdad?

Tu: Si –sabia de quien hablaba

Estefanía: Ella aun….

Tu: Ya no está, no te contare todo lo que paso, no terminaría nunca, solo te diré que Sara estaba controlada por algo más fuerte que ella –la cara de Estefanía se ensombreció de susto-  pero ya todo está bien,  Sara esta allá –señale el cielo –y sea lo que sea la cosa esa esta hay –señalo el piso

Estefanía: No me convence tu corta versión pero me quedo tranquila –alce una ceja- me preocupo por Tomo, yo prácticamente lo crie, le tome mucho aprecio –sonrió melancólica

Tu: Bueno, sepa que el está muy bien, ahora si no le molesta me voy a el mercado –la bese en la mejilla y seguí mi camino.

Entre al mercado y todos allí me miraron raro, los ignore, tome un carrito y camine hasta los estantes y agarre las cajas de bizcóchelos, leche, huevos y chocolate, pague y camine de nuevo para ir a casa. Me encamine al lago y me quede unos minutos parada viéndolo, algún día aprenderé a nadar, me prometí, el agua del lago se veía deliciosa y hermosa.

Abrí la puerta con mi juego de llaves que me dio Tomo y entre, deje las cosas en la cocina y empecé a sacar las cosas para cocinar.

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Tomo: ____?

Tu: ahhhh! – soltaste la cuchara que tenias en la mano, y el chocolate de ella mancho el piso

Tomo: Uhhh –se quedo parado sin entrar a la cocina

Tu: me asustaste!  -me agache a limpiar el chocolate del piso y levantar la cuchara- me hiciste manchar todo –dije refregando con un trapo el chocolate del piso, pero no me contesto- Tomo? –dije, pero no levante la cabeza ya que el chocolate no salía

Tomo: mmmm –dijo medio ahogado

Tu: Pero que estas haci… - dije parándome.

Mi otra Realidad [Tomo Milicevic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora