Capítulo Diez

105 14 6
                                    

El día ha llegado, hoy es la presentación de las coreografías en solitario para medir nuestro nivel personal, después de ocho días de preparatoria con un fin de semana de por medio de empezar las clases

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día ha llegado, hoy es la presentación de las coreografías en solitario para medir nuestro nivel personal, después de ocho días de preparatoria con un fin de semana de por medio de empezar las clases.

Me la he preparado muy bien, y las últimas veces que he practicado no me he equivocado. Ya tengo la ropa puesta y estoy esperando a que sea mi turno mientras miro a mis compañeras hacer sus bailes: los cuales están muy bien.

No he vuelto a hablar con Suna, pues lo he evitado todo lo que he podido; y con Nako la relación no ha cambiado: sigue insultandome como a todas las demás. Eso sí, se ha cebado más conmigo por quitarle el puesto de capitana.

Mi compañera acaba y el profesor Tokede apunta algo en su libreta, para luego nombrarme indicándome que voy yo.

Me dirijo al centro del gimnasio y me acomodo el top blanco por los nervios. Alejo mi pelo suelto de mi cara para que no me moleste, y hago una señal para que una compañera reproduzca la canción en la radio que ha utilizado cada compañera que ha ido antes que yo.

Mi coreografía se basa en un contraste de pasos modificados de ballet para partes con ritmos de tal estilo, movimiento sencillos, otros más activos, y alguna que otra voltereta. Soy bastante flexible.

Al acabar, todas me aplauden menos Nako, y el profesor apunta algo en su libreta.

Voy a sentarme para descansar, mientras mis compañeras me dicen que lo he hecho muy bien y que soy muy ágil y flexible. Yo simplemente contesto con un "tú también has estado bien" o "seguro que tú también lo haces genial", depende de la ocasión.

Empiezo a beber agua para volver a hidratarme, pero casi me atraganto por el susto que me provoca una mano en mi hombro.

Me doy la vuelta y el mundo se me cae encima. Es Suna. Tendré que evitarlo otra vez, pero esta vez hablándole.

—Maika, ¿podemos hablar?— pregunta.

—Deberías estar entrenando— digo en respuesta.

—Solo será un momento— insiste serio.

—¿Pasa algo?— pregunta el profesor Tokede, que se ha acercado a nosotros.

—Solo quería hablar un momento fuera con Maika— explica Suna, dejándome en una situación comprometida si es que el profesor acepta, cosa que seguro que hace.

Robando [Suna X Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora