Capítulo Quince ✔️

90 12 10
                                    

Queda un día para acabar el curso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Queda un día para acabar el curso. A pesar de todo han sido los mejores meses de mi vida. Suna es muy atento y algo cariñoso conmigo, como yo con él. Me alegro que me demuestre su afecto, por qué así se que de verdad quiere está relación, no como con Daniella.

Hoy, el último día del curso, todas las clases participan en el baile de fin de curso, incentivado por Daniella y sus costumbres inglesas. Más bien a las costumbres de su padre.

He aprovechado al máximo el curso y he sacado buenas notas. Quiero estudiar para ser alguien en la vida cuando sea mayor, tener un trabajo y poder vivir feliz. Y de momento si es con Suna seguro que lo soy.

De momento estoy en el club de animadoras, y como el curso ya ha acabado y está noche es el baile, practicaremos básicamente bailes de salón entre nosotras. Así descansamos, pues hemos estado todo el curso practicando bailes para animar a todo tipos de partidos: de fútbol, de tenis, de voleibol,...

Una vez las parejas elegidas para la danza, empezamos a movernos al compás de la música, yo con Marian. Es la que mejor me cae del club, aunque las otras no se quedan atrás, excepto Nako. Además es una gran animadores, baila muy buen como demostró en el baile de inicio, y es muy madura, algo que le vendría bien a Nako.

Ella está muy molesta por mi relación con Suna, pero no me molesta tanto desde que la amenazé con hecharla del club como la capitana que soy, si me molestaba a mí o a nuestras compañeras.

—Marian, ¿en un futuro te gustaría ser bailarina?— le pregunto mientras nos balanceados al ritmo suave de la música.

—La verdad es que no, me gustaría trabajar en un hospital ayudando a la gente. Ya le he hechado un ojo a universidadades con buenos departamentos de medicina— contesta con brillo en los ojos— ¿Y tu?

—Pues la verdad aún no lo tengo muy claro, pero también me gustaría ayudar a la gente— me pongo a pensar— Eso sí, que me proporcione una buena vida.

Sí, desde mi nueva vida he querido ayudar a la gente, ya sea por el bien común o para redimir mis errores. Cómo en la protesta: sé que no era la única que se sentía eclipsada por esas normas. Pero gracias a que los medios de comunicación fueron y nos dieron más visibilidad y a que los de la reunión también estuvieron de acuerdo en encontrar una solución, el año que viene el vestuario será optativo para todas las preparatorias.

Además, cuando el equipo de voleibol perdió en las nacionales contra un equipo llamado Karasuno, me ofrecí para ayudar a Daniella con el apoyo a los jugadores, y a ella también al fin y al cabo. Al principio todos estaban depresivos, unos lo demostraban más que otros, pero creo que se les ha pasado ya más o menos. Pero seguro que la cicatriz dolerá más de una vez a lo largo de sus vidas.

—Como mi capitana, mi compañera y mi amiga, te apoyaré, aunque no estés aquí— dice nostálgica, pues hoy es su último día en Inarizaki.

Espero que tenga una buena vida, porque se la merece.

Robando [Suna X Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora