¿Han escuchado aquel dicho que dice "Ahogado el niño se tapa el pozo"?, pues en Villa Drama no lo conocían, si creían que el pozo de secretos secretosos era metafórico están en lo cierto pero muy equivocados, la cantidad de drama que creo a la fundadora, Yuti, fue solo el comienzo, si ya se había materializado un ente, algo debía absorber el nuevo drama que se generaba día con día.
Ese lugar mágico quizá era el pozo de Villa drama, ubicado a la mitad de la plaza del centro, los habitantes tiraban en aquel lugar sus secretos mas profundos, se deshacían de todos ellos sin parar, pero, cuando el pozo tenia un tenue brillo rojizo en sus paredes, lo dejaban descansar.
Años atrás, poco después de que Yuti desapareciera de Villa Drama, el pozo brilló de un leve tono rojizo, este brillo atraía a quien pasaba cerca, era como si el pozo pidiera que le contaras tus secretos. Con el paso de los días y sin la guía de la fundadora para el correcto uso de aquel enigmático lugar los habitantes no tuvieron cuidado.
Cada día se descargaban mas y mas pero en lugar de sentir el alivio habitual parecía que por cada cosa que arrojaban al pozo les regresaba el doble de drama, y como encerrados en un bucle sin final, volvían al pozo para descargarse una vez mas.
Pablo, un niño curioso y bastante latoso, se acercó queriendo dejar todos los problemas que tenía en casa y en la escuela; el pozo en solo una semana había incrementado el brillo de un naranja intenso a un amarillo casi blanco como el sol. Pablo al acercarse sintió mucho calor que emanaba del pozo, pero su necesidad de dejar ir todos los secretos lo empujaba a acercarse mas y mas.
Descargó todos sus secretos, gritaba sin saber por que, y cuando termino medio segundo de alivio se esfumo cuando el pozo emano una luz que se pudo ver en toda la villa incluso kilómetros mas allá. Cuando levanto su brazo para evitar el haz de luz, sintió el dolor de la quemadura y se alejó rápidamente de la plaza.
Pablo corrió a casa llorando, agarrando su brazo quemado, pensaba que su madre le apapacharía sin embargo apenas cruzar la calle de su casa, le esperaban un par de compañeros, parecían perdidos, fuera de si. La noche apenas caía pero la villa era iluminada por la luz del pozo. Cambió de dirección para escapar, pero al otro lado de la calle su madre con la misma mirada en blanco se le acercaba gritando, no entendía nada, unos gritaban y otros lloraban.
Era solo un niño, lastimado y asustado, quería escapar de aquella pesadilla, toda persona con la que se cruzaba parecía tener algo que decirle. Corrió asustado, los habitantes de villa drama estaban perdidos en si mismos, lo acorralaron en la plaza central, y al tropezarse, el niño, cayó al pozo.
Nadie recuerda que sucedió después, los registros no marcan la profundidad del pozo, si se recuperó el cuerpo del niño o cuanto tardaron en salir del transe los habitantes. Quien escribió la historia fue una muer que visitaba el pueblo por primera vez y jamás había utilizado el pozo, ella jura en su relato que la luz de aquel hueco en el piso parecía mas amenazante que atrayente, pero nadie en el pueblo pensaba lo mismo.
La mujer se quedó para indagar mas en la historia de Villa Drama y ese pozo. El hueco se tapó y se construyó un pozo simbólico en el mismo lugar, para representar tan importante tradición en villa drama, el pozo de los secretos.
Pero un pozo lleno de dramas y secretos, que había sido tapado, no tardaría mucho en volver a estallar.