33.|s t o p i t , n o w|

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Jueves 20 de octubre 2022, 2 días después.

Las mejillas de YangYang se encendieron en demasía cuando Hendery le guiñó el ojo hacia la cama donde Jungwoo descansaba el rostro en el hombro de Doyoung, la cama matrimonial aún tenía espacio suficiente como para hacer otro tipo de cosas. Y aunque sabía que era una broma no dejaba de sentirse particularmente sofocado, después de todo eran humanos pero seguían con el apetito de un íncubo.

—No te pongas nervioso, no participaría en una orgia en ausencia de Dejun y Ten ¿O tú si quieres corazón? —dio unos pasos hasta tenerlo un poco más cerca.

Murmuró un par de improperios, las buenas noches y con una pequeña sonrisa se retiró de allí para su propia habitación, tenia que terminar un trabajo y debía obligar a su complicado cerebro para hacerlo funcionar ¡Necesitaba concentrarse! Hendery se acomodó en la orilla de la cama para ver a sus amigos, pero su sonrisa desapareció completamente cuando recordó que mañana podía ser un día clave para que las cosas volvieran a ser lo de antes.

—Necesito de su ayuda, NingNing es una mujer increíble pero el corazón de YangYang no le pertenece... y mañana es un día importante así que necesito que formemos un plan para separarla un momento de él.

Asintieron, sus miradas iban constantemente hacia la puerta por si el aludido se le ocurría hacer una aparición estelar en la habitación. Doyoung se mordió los labios tratando de pensar ciertas cosas, momento en el cual recordó algunas miradas extrañas que tenía su amigo, ex colega demonio. Miró a Jungwoo y luego lo observó con atención.

—Hendery... ¿Hay algo que te está inquietando de todo esto? cuando fuimos a hablar con Yongqin, tu mirada y tu cuerpo estaban tensos.

—Todo… todo esto está mal y espero equivocarme, porque si lo que mi instinto me dice se hace real, voy a... —gruñó y los miró a cada uno— ¿Puedo contarles algo?

Después de hablar por más de una hora con sus amigos, se dirigió a la habitación de Renjun que era donde hospedaría esta noche, el muchacho había salido donde su mejor amigo así que disponía del espacio para él.

Quitó sus prendas una por una, se acostó con la boca abajo abrazando una almohada y decidió hacer una videollamada con Dejun, no era agradable tenerlo lejos y en otro país cuando no podía cuidarlo, tocarlo y besarlo. Esperó un par de segundos hasta que contestó y la imagen de su bello rostro estaba allí rebosando hermosura, con ojitos agotados y el cabello despeinado ¿Había estado durmiendo?

—Deryyyyyyy —murmuró sonriendo, estaba apoyado en una almohada enorme casi del mismo tamaño que él.

—Eres hermoso, lo sabes ¿Verdad? —no había forma alguna de detener su necesidad de llenarlo en halagos, creía que nunca iba a ser suficiente para recompensar el haberse entregado y haberlo amado cuando era un demonio. Las mejillas del menor enrojecieron, sus dientes mordían los labios con cierta vergüenza— no, no lo sabes.

Conversaron sobre cómo había sido el día de Dejun y la manera en que había lidiado con los niños pequeños a quienes le tocaba hacer clases, también mencionó sagradamente como cada día en la noche, que había activado la alarma, que se había asegurado donde estaba el arma, que recordaba como desarmar a otro y todo ese tipo de cosas.

Quizás era obseso de la seguridad de quien amaba, pero como demonio conocía las malas intenciones los seres humanos. Hendery se estiró sobre la almohada con somnolencia, aunque segundos después sus ojos se abrieron en demasía. Dejun no se daba cuenta pero como estaba acostado boca abajo abrazando una almohada y por el ángulo en el que sostenía su teléfono, pudo apreciar sus largas piernas blancas y como la camiseta rosada que llevaba puesta se subió.

|la obsesión del demonio| [TenYang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora