𝐇𝐢𝐠𝐡 𝐄𝐧𝐨𝐮𝐠𝐡 (𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑯𝒂𝒓𝒈𝒓𝒆𝒆𝒗𝒆𝒔 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓)

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 10: 𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨𝐬

𝑴𝒂𝒍𝒍𝒐𝒓𝒚

-Bien, niños, nos vemos mañana a primera hora. -dijo Pogo cuando nos detuvimos frente al mausoleo que se encontraba en lo más profundo del cementerio local. -por favor, comportense y reflexionen, esto se trata de que aprendan una lección.

-Oh claro, lo haremos, nada como pasar una noche fría rodeada de lápidas para pensar en mis acciones. -No era culpa de Pogo, pero me hacía enojar que ni él ni Grace hicieran nada para detener a Reginald y sus horribles castigos.

Klaus permanecía en silencio, no me había hablado en todo el camino, y tenía la mirada fija en el suelo. Supuse que sería porque odiaba estar aquí, por más que se escondiera detrás de sus chistes y su actitud despreocupada.
Pogo le hecho un par de miradas a mi maleta, parece ser que quería preguntar que había dentro, pero por alguna razón no lo hizo.

-Sean buenos, y Mallory... -agregó antes de subir al auto de nuevo- siempre hay algo más que descubrir, las personas... Son mucho más que lo que se les dice ser.
Y con eso se fue. ¿Entendí algo de lo que dijo? No. ¿Le di importancia? Tampoco. Supuse que era uno de sus proverbios de anciano sabio o algo así.
Me giré hacia Klaus y le sonreí con complicidad, el solo me dio una mirada cansada y comenzó a caminar, alejándose de mi.
¿Qué demonios?

-Hey, ¿que te pasa? -corrí para alcanzarlo.

-Nada, Mally, estoy bien. -siguió caminando, intentando dejarme atrás. Nos estábamos alejando del mausoleo, y nos perdíamos entre las lápidas y la ligera neblina del lugar.

-Oye, ¡no me dejes atrás!, puedo perderme.

-Tranquila... Nuestro maravilloso Diego te dio uno de sus cuchillos favoritos. -me miró enojado.

Así que ese era el problema...

-¿Podrías ser más comprensivo? -se detuvo y caminó de regreso hacia mí, se veía bastante molesto.

-¿Comprensivo? ¿Qué necesitas que entienda Mallory?

-No puedes enojarte cada vez que alguien quiera ser mi amigo -fui sincera- es ridículo.

-Es evidente que Diego no quiere ser tu amigo... -bufó.

-¿Perdona?

-Casualmente acaba de terminar con Patch, y ahora te da uno de sus cuchillos favoritos, hace poco ni siquiera te miraba.

-Eso tú no lo sabes, no siempre estás ahí -¿lo dije o lo pensé?

-Vaya, vaya, así que pasan tiempo juntos, ¿hay algo que quieras contarme?

-Sí, pero no a ti, quiero al Klaus que se sentaba conmigo afuera de la ventana, el risueño y cariñoso, no a la basura celosa que estoy viendo en este momento.

¿Qué? Las cosas son así, no tengo porque soportar a un chico de quince que se comporta como un niño de siete años al que le ganaron su columpio favorito. ¿Es decir, tiene edad para beber y fumar cuantas cosas quiera pero no para entender que no será mi único amigo en la vida?, será el mejor y con el que siempre estaré, pero no el único.

Regresé enfadada al mausoleo y me senté en la entrada. Saqué un paquete de Twinkies que había guardado en mi maleta, comí intentando pasarme el mal sabor que me dejó la pelea con Klaus.