𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 11: 𝐓𝐮́ 𝐦𝐞 𝐚𝐦𝐚𝐬.

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𝑴𝒂𝒍𝒍𝒐𝒓𝒚

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𝑴𝒂𝒍𝒍𝒐𝒓𝒚

-No puedo creer lo irresponsables que son ambos, tienen suerte que haya sido yo quién vino a buscarlos y no Sir Reginald... -Pogo nos sermoneaba en el camino a casa. Resulta que esta mañana que regresó a buscarnos, lo que encontró fue Klaus y a mi desparramados por el suelo, a nuestro alrededor había una botella de licor completamente vacía.
Ni siquiera intentamos defendernos, la mezcla de embriaguez e impresión por lo que vivimos anoche cuándo nos tomamos de la mano fue suficiente no sólo para revolvernos el estómago (no seré explicita pero la grotesca escena en la que Klaus y yo vomitamos todas las golosinas que guardaba en mi maleta probablemente le quite el sueño a Pogo un par de noches), si no también para que ambos guardaramos silencio en todo el camino.

No tengo la menor idea de lo que Klaus estaría pensando pero tal vez era lo mismo que yo, ¿cómo pude ver lo que él veía? Probablemente nuestros poderes se mezclaron o algo así.
Esto solo se agrega a la lista de dudas que tengo.

Al llegar a casa Pogo nos envió a asearnos y nos dijo que evitaramos a toda costa encontrarnos con Reginald, no tuvo que decirlo dos veces.

-¿Dónde están los demás? -le pregunté a Klaus en un susurro mientras cruzabamos ocultos los pasillos que nos llevaban a nuestra habitación.

-Tal vez estén entrenando -me respondió.

Y así era, un poco antes de llegar a nuestra habitación oímos a los demás subir las escaleras, agotados.

-Oigan, regresaron. -dijo Ben con entusiasmo cuándo nos vio.

-Klaus, ¿porque trajiste un cadáver del cementerio? Oh no, esperen, es Ocho. -Dijo Cinco con esa amabilidad que lo caracteriza.

-Yo también me alegro de verte, pastelito. -le di una falsa sonrisa mientras apretaba su mejilla, el me dio un manazo.

Seguido de ellos llegaron Allison, Luther y finalmente quien por alguna razón esperaba encontrarme...

Diego.

Tenía puesto su uniforme de entrenamiento como todos los demás, se veía agotado, pero aún así reía sobre algo que Luther le estaba diciendo mientras caminaba junto a él, y yo solo pude pensar que su sonrisa era bastante linda.
¿Me gusta Diego? Para nada. Pero tengo que admitir que otro súperpoder que poseen los Hargreeves, es la forma en que todos lucen perfectos siempre.

Y no lo digo solo por los chicos, incluso Vanya que siempre se mantenía entre los muros de la Academia, siempre parecía lista para la portada de una revista junto a los otros seis. Diablos, incluso Klaus que bebe hasta el agua de la tortuga de Ben parece uno de esos chicos que solo ves en la televisión o lees en libros.

𝐇𝐢𝐠𝐡 𝐄𝐧𝐨𝐮𝐠𝐡 (𝑲𝒍𝒂𝒖𝒔 𝑯𝒂𝒓𝒈𝒓𝒆𝒆𝒗𝒆𝒔 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora