«Susurró en su oído»

Capítulo 10- Vueltas y vueltas

*Capitulo con contenido violento, si eres sensible a estos temas no continúes* 

En éste capítulo hay mucho sobre el pasado así que pónganse atentos.
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"¿Joohyun? ¿Por qué sigues aquí?"

La chica de secundaria miró hacia arriba para encontrar a su maestra de salón mirándola con curiosidad. El cielo sobre ellas estaba oscuro y Joohyun se agarró a las correas de su mochila mientras miraba hacia abajo.

"Estoy esperando que el conductor me recoja..."

La maestra miró su reloj con el ceño fruncido. "Son casi las 7pm ¿Intentaste llamar a alguien? Deberían haberte recogido hace horas."

Joohyun negó con la cabeza en silencio, su rostro se inclinó aún más cuando su voz salió baja. "No tengo teléfono. Papá no me dio uno, de esa manera no llamaría a mamá..."

La lástima baño la cara de la maestra mientras sacaba su propio teléfono. "Dame el número de tu casa. Intentaré llamar a alguien."

Joohyun hizo lo que le dijo y poco después escuchó a la maestra hablar con alguien.

"Está bien. Por favor, ven lo antes posible. La niña ha estado parada sola frente a la puerta de la escuela durante cinco horas. Ya está oscuro y vacío por aquí." La maestra colgó y Joohyun la miró con el ceño fruncido.

"La criada dijo que había una fiesta en la casa y que todos estaban un poco ocupados, así que se olvidaron... uno de los conductores vendrá pronto."

El calor pareció salir de repente del rostro de Joohyun y su garganta se contrajo de una manera que hizo que respirar fuera doloroso.

La maestra notó el cambio sombrío e inmediatamente desvió la conversación. "Siempre lo llevas contigo". Señaló el muñeco de conejito en la mano de Joohyun. "¿Es importante?"

"Sí, es de mi madre". Joohyun dijo con voz apagada, sus ojos hundidos. "Es lo único que me queda".

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Llegó a casa y vio a su hermanastra ser levantada en el aire por su padre, quien la vitoreaba y sonreía tan alegremente que desconcertó a Joohyun.

Su madrastra estaba sentada cerca de ellos con una mirada cariñosa y las sirvientas estaban ocupadas limpiando la habitación de lo que Joohyun pensó que era el desastre después de la fiesta.

Parecía una fiesta de cumpleaños, a juzgar por las cintas de colores y los estúpidos sombreros de cumpleaños tirados por el suelo.

Algo ardió enormemente detrás de sus ojos y Joohyun lo pasó rápidamente antes de que sus lágrimas pudieran derramarse. Lo último que necesitaba era revelarles lo herida que estaba.

La habían olvidado por una fiesta de cumpleaños. Una maldita fiesta de cumpleaños para una chica que apenas entró en casa hace unos meses.

Que irónico.

"Joohyun. Quédate aquí un rato, hoy es el cumpleaños de tu hermana."

Joohyun se detuvo a la mitad de las escaleras con la espalda rígida contra su padre. Su voz la dejó fría e insensible. "¿Así que..?"

Se dio la vuelta para mirarlos, con sus ojos muertos pero furiosos. "¿Qué tiene que ver eso conmigo?"

"¡Joohyun!" Su padre bajó a su hermanastra y la niña chilló mientras abrazaba la pierna del hombre para evitar que se acercara y lastimara a su hermana mayor. "¡Es así como tratas a tu hermana!"

"¿Y así es como tratas a tu hija?" Joohyun escupió, su voz rencorosa y cruda mientras sus ojos se dilataban con furia. "¿Dejarla estar sola frente a la puerta de la escuela durante cinco jodidas horas porque te olvidaste de ir a buscarla por una maldita fiesta de cumpleaños?"