Obsessed

El salon del piano

Al terminar de ducharnos comenzamos a prepararnos para la fiesta, en verdad no puedo creer que Rafe haya dicho que me ama, todo es nuevo para mi, me siento rara y no se como actuar.

—Bien, ¿te gusta?— me interrumpe Rafe mientras me pongo mi pendiente, lleva un traje negro ajustado a su cuerpo, su camisa también es negra así que sus ojos resaltan y su piel ya no tan bronceada se ve un poco pálida, parece niño chiquito que escogió su atuendo por primera vez, ansioso de saber mi opinión.

— Me gusta— le respondo algo cortante y regreso a maquillarme, me delineo los ojos de negro y pongo lápiz labial rojo en mis labios, mi vestido se acopla muy bien a mi cuerpo y me hace figura, al regresar con Rafe me da una mirada analítica por unos segundos y me pone nerviosa.

—¿Es mucho?— hablo con miedo

—Es perfecto— sigue mirándome

—¿No crees que es muy provocador?

—Para nada, es elegante y coqueto, me gusta— comienza a caminar hacia a mi—No debes preocuparte nunca sobre si tu atuendo es provocador mientras estes conmigo— besa mi mejilla.

—Bien, hora de irnos— me alejo y tomo mi abrigo, Rafe me da una mirada extrañada y toma su abrigo para seguirme fuera de la habitación.

Lo sé, me siento mal al ser así con Rafe después de que me haya dicho que me amaba pero en verdad me siento rara, jamás había experimentado esto y nunca me paso por la cabeza qué tal vez el me amaba, jamás amé a nadie, solo pretendía hacerlo y ahora no puedo dejar de pensar en si lo amo en verdad o solo es mi mente haciéndome creer que tengo que amarlo solo por otro de mis juegos. 

—No se como pasaré el resto de la noche con estas ganas de quitarte ese vestido— me mira con deseo y me pongo nerviosa

—Yo creo que sería mejor si mantenemos distancia, mis padres son muy estrictos con estos eventos— se aleja un poco y me mira como si fuera una extraña

— No se desde cuando te importan tus padres pero esta bien, como quieras— comenta en tono molesto y suelta mi mano, ahora sólo estamos caminando juntos pero sin tocarnos.

Al llegar al salón de la fiesta, más que una fiesta de negocios parece una fiesta de adolescentes-adultos, las luces son algo tenues y un ventanal nos deja ver la ciudad completa porque estamos en un piso muy alto, hay varios chicos de mi edad y la edad de Rafe y estoy algo confundida.

—Ire a buscar a mi madre— le aviso a Rafe y el solo asiente sin mirarme, después de buscarla entre la multitud la encuentro con mi padre y algunos de sus amigos.

—Lilly, pero que bella te pusiste— habla la mujer rubia con mirada amigable mientras me acerco a ellos, mi madre se voltea o me da una mirada de desaprobación por mi vestido.

—Muchas gracias, que bonita se ve hoy Señora Williams— la mujer se sonroja y baja la mirada.

—Oh que dulce como siempre

—Esos no fueron los vestidos que escogí para ti— habla mi madre mientras me toma por el brazo para alejarme del grupo

—¿Por qué hay puros chicos de mi edad?

—El nuevo despacho sera de puros practicantes, entré en un acuerdo con Harvard y me dieron esta propuesta y así mi despacho se hace más popular— habla orgullosa. 

—Wow no sabía, felicidades— hablo de manera sincera y me alejo en busca de Rafe, pero no lo encuentro por ningún lado. 

—¿Lilly Grand?— un chico que parece modelo aparece junto a mi y me da un susto gigante.