Capítulo 4

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Hacia tanto tiempo que no me encontraba frente a estos números, pensé.

Observé la puerta frente a mí contemplando mis opciones. Era muy tarde para darme la vuelta?

Sacudí mi cabeza provocando un ligero mareo, quizás visitar a mi ex ebria no era la mejor idea que tuve en el año, pero aquí estaba.

Tomé aire y llamé a la puerta. Mi estómago comenzó a retorcerse alentandome a huir.

Luego de unos segundos, un pequeño rostro familiar surgió detrás de esta, abriendo sus ojos grandes en sorpresa.

— Oh! Por dios! — Suspiro Mr. Hudson.

Sin tiempo a responder, me encontraba envuelta en sus pequeños brazos, y abatida por una cálida sensación en mi pecho, lleve los míos alrededor de ella.

— Pensé que nunca te volvería a ver — agregó sonriente — Pasa! Pongo el té? — preguntó emocionada.

— Oh.. no, yo..

Mr. Hudson se tomo unos segundos frunciendo el ceño pero luego pareció entender.

— Has venido a ver a Sherlock? — agregó disminuyendo su voz.

Asentí nerviosa al oír su nombre, no lo había escuchado en voz alta hacía mucho tiempo.

— Arriba — señaló — Probablemente mirando tele.

Asentí en agradecimiento e intentando esconder mis tambaleantes pies, comencé a caminar. La señora Hudson me detuvo inmediatamente. 

— Hannah.. querida. Sherlock ha padecido mucho tu ausencia. Sé que él no deja verlo, pero yo puedo notar que ya no hay luz en sus ojos.

La mire una vez más, afligida. Mr. Hudson acarició mi brazo antes de desaparecer por la cocina. Mis manos comenzaron a temblar un poco y volví a dudar lo que estaba haciendo. 

Al subir los escalones como pude, recé porque Sherlock no escuche mi llegada, o que no este despierto, o aun mejor, que no se encuentre en casa. 

Una vez frente a la puerta, con el puño listo para golpear, oí su voz.

— Está abierto!

Con mil sensaciones recorriendo mi ser, inspiré profundo y abrí la puerta. Este se encontraba en un sillón, vestido en su bata azul marino, combinando con su oscuro y ondulado cabello que le hacia juego.

Ambos nos miramos atónitos por unos segundos.

— Hannah.

Mi nombre en sus labios otra vez.

Merodee en mi cabeza buscando que decir.

— Hola — saludé, pasmada en el momento.

Aparté mi mirada de la suya girando para cerrar la puerta y aproveché aquellos cortos segundos para exhalar el aire retenido. Sentía como si el tiempo se hubiese detenido en esta habitación.

— John.. me ha dicho que.. — continúe, tropezándome con mi propia lengua mientras sus ojos encontraban los míos — Que necesitaba..s ayuda.

— Ayuda? — respondió, aún absorto.

Ambos nos encontrábamos pasmados en el momento, sin saber que decir. Conscientes de que era la primera vez en meses que nos volvíamos a ver. 

— Algo relacionado a ti? 

— Y has.. venido — aclaró, casi para si mismo.

— Sí — respondí sintiéndome un poco tonta.

Baker street: Carry you (Sherlock Holmes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora