Baker street: Carry you (Sherlock Holmes)

Capítulo 2

Hannah's POV:

Tomé un sorbo de mi café mientras me concentraba en la pantalla delante mio. Las palabras no alcanzaban mi mente y resoplé. Había días donde el trabajo se me dificultaba demasiado, aún más, cuando observaba como mis compañeros escribían animados, como si sus ideas no dejarán de surgir. 

Gire mi vista hacia la ventana, observando la gran ciudad. 

Hace unos meses me han dado una muy buena promoción, por lo tanto un muy buen salario, con el que logre pagar mi primer apartamento en Londres por mi misma. No era muy grande, pero sí exactamente lo que necesitaba. 

También he hecho nuevos amigos en el trabajo, Jack y Lucy, quienes me llevan a fiestas casi todos los fines de semana desde que los conozco.

Han pasado varios meses desde que termine con Sherlock. Al principio pensé que no sería capaz de tener una vida luego de haberle conocido, pero pude sobrellevarlo. Me siento bien.

Al menos mejor que aquella noche.

*Flashback*

— Arranca — le pedí, y en cuestión de segundos nos encontrábamos en marcha.
Lleve mis ojos hacia la ventana y observe cómo nos alejábamos de Baker street.

Cam reposo su mano sobre la mía y trazo pequeñas caricias. 

— Te encuentras bien? — preguntó.

Escondí mis ojos en la ventana mientras las lágrimas volvían a escapar fuertemente.

— Se terminó — respondí apenas, con la voz quebrada.

Esta me miró preocupada mientras yo me derrumbaba en mi asiento, y la lluvia no paraba de caer. 

Cerré mis ojos y respire dificultosa, dejando que el sonido de esta invada el ambiente.

*Fin de flashback*

Al no ver progreso, decidí salir a dar una vuelta y tomar un poco de aire fresco.

Al comenzar mi corto recorrido me di cuenta que no tenía un destino, simplemente deambule por las frías calles de la ciudad. Luego de unos minutos me di cuenta que me encontraba pensando nuevamente en Sherlock. Continúe el camino comenzando a sentir un nudo en mi garganta. 

Pensaba en él, y en cuanto extrañaba su voz. La forma en la que me abrazaba protegiéndome de cualquier mal.

(...)

Luego de unos 20 minutos torturándome con recuerdos y posibles formas en las que podríamos ser felices, decidí volver antes que mis ojos se vuelvan muy débiles para aguantarlo.

Noté que un coche negro polarizado paso cerca mío varias veces en lo que llevaba de mi recorrido, me pareció algo raro pero decidí continuar intentando no alarmarme.

No fue hasta que alcance la esquina de la calle Maple que el mismo y lujoso coche se estacionó en frente de mi abriendo una de sus puertas. Al notarlo me detuve, prestando atención al rostro familiar que surgió de este. 

Mycroft.

— Nos acompañas? — preguntó elegante, casi como si no supiera que ya no era parte de la vida de su hermano.

— Estoy bien — negué amablemente.

— Es importante — insistió Mycroft.

Dudando, respondí.

— Lo siento.

De verdad lo sentía. Quizás en otra situación podría ayudarlo, pero dadas las circunstancias..