R e f l e j o [Amane x Tsukasa]

¿Quién eres realmente?

En aquel lugar la oscuridad era la que gobernaba, no había nada más que eso, la sensación fría en todo su cuerpo le causaba un escalofrío. Por segundos esa sensación siguió, hasta que todo aquello que relacionaba con el sentimiento llamado melancolía, se esfumó, cambiándolo por uno totalmente diferente a lo que se había acostumbrado.

La sensación congelante que recibía momentos atrás fue remplazada por una cálida, como si los rayos de sol pegaran suavemente en su piel. Y la oscuridad que guiaba a sus parpados en seguir cerrados, fue oprimida por lo que conocía por luz. Como si aquellos rayos solares chocaran con sus ámbar, siendo algo incomodo. Pero agradable.

Inconscientemente fue obligado a abrir sus parpados, observando poco a poco lo que yacía enfrente de él, algo que reconocía como desconocido, sorprendente. Nunca había visto un lugar así, sus orbes oro se fueron acostumbrando a la luz, mientras con su- todavía -curiosidad, siguió observando.

Enfrente de él había una vista muy bonita, parecía un bosque, los grandes arboles hacían que se sintiera perdido entre todo ellos. En medio de ellos había un río cristalino, que llevaba algo de fuerza, pero aun así el ruido que salia de él era muy relajante.

Su mirada bajó hacia sus brazos, los cuales se mantenían posados en un barandal de madera en tonos carbón, con detalles amarillos. Éste cumplía con su objetivo de ser usado para pasar de un lado al otro por el río. Esto era extraño, es como si estuviera fuera de sí, además de el sospechoso lugar en el que se encontraba.
                  
Se dio la vuelta intentando ver más allá de arboles, pero era inútil, lo único que podía visualizar era toda esa misma flora, y el río sonante que había abajo de él. O al menos antes de su brillante vista se enfocará en un camino de piedra, analizó la situación correctamente antes de dar un paso adelante.

Comenzando a caminar por aquel puente, para pasar al otro extremo del río. Cuando estuvo finalmente ahí, volvió a mirar a su alrededor, dando todos sus intentos posibles por poder encontrar al menos algo conocido. Pero le fue inútil.

Hasta que escuchó una voz, parecía querer llamar alguien. Rápidamente volteo hacia todos lados, tratando de buscar aquella misteriosa voz, pero lo único que visualizaba era el profundo bosque y el río sonar.