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A pesar de ser un hecho curioso para cualquier otra persona, Chaeyoung no era "cualquier otra persona". Ella era Chaeyoung, un individuo insensible.
Por lo tanto, ni se inmutó ante los sonidos. No abrió los ojos, no volteó su cabeza ni cambió su ritmo de respiración.

El ensimismarse no le permitió interesarse en quién estaba ya recostado junto a ella. Esta persona se encontró ubicada justo al centro del sitio plano.

-Que hermosa sensación- Una voz dulce y suave acarició sus oídos. La angelical voz logró captar la atención de Chaeyoung, lo cual es sumamente difícil de conseguir.

Lentamente abrió sus ojos y volteó la cabeza a su derecha.
Era una chica y esta ya la estaba apreciando con la mirada. Chaeyoung se fijó en cada pequeño detalle del rostro de su contraria. Era asombrosa. Piel pálida y sonrisa suave confortante.
Claro, Chaeyoung no le sonrió de vuelta. Nunca lo hacía y ni pensaba sonreír por una simple desconocida.

-Tranquila, no te obligaré a hablar- Aquella peli negra enderezó su cuello a mirar el cielo. El hermoso y claro cielo junto a los pinos bloquear cierta parte de él.

Sus ojos brillaban, su cabello negro brillaba también mientras que el de Chaeyoung era tieso y enredado. ¿Qué sucede con esta chica? ¿Por qué viene tan arreglada al medio del bosque? No tiene sentido. Al menos para la rubia no lo tenía, pues nunca arreglaba su cabello. ¿Por qué creían que estaba tan descuidado?

Un viento tibio le dió escalofríos por alguna razón y como apoyo, esa misteriosa mujer tomó su mano de manera calmada.
¿Qué estaba haciendo?

La misma Chaeyoung no dejaba de mirarla. "¿Quién eres?" se preguntaba, pero no iba a decirlo. No quería.
Como siempre dijo: "Solo habla si es realmente necesario" y mantuvo su palabra por años.

Su mente le jugó en contra, pues no pudo controlarlo. -¿Quién eres?- Dijo en volumen casi inaudible. Ella creía no querer hablarle pero al parecer muy dentro de sí quería hacerlo.

Su par la volvió a ver sonriendo tranquila. -Dime Mina- Su nombre era Mina.
La tal chica no le preguntó a Chaeyoung quién era. Tal vez no estaba lo suficientemente interesada por saber, pero a la menor no le pudo importar menos.

No sabría describir lo muy cómodas que se sintieron haciéndose compañía. Chaeyoung no tenía idea de dónde había salido Mina y solo quería disfrutar con ella, nada más. No necesitaba otra cosa.

Más o menos una hora y media se quedaron calladas, quietas, acostadas apreciando el ambiente.

Luego de eso, Mina se levantó y se fue sin pronunciar una palabra. Sin embargo, no se confundió al notar que se marchaba. Sólo levantó levemente las comisuras de sus labios formando una diminuta sonrisa.

___

En algún punto de la noche, volvió a su hogar... casa, mejor dicho. Ya dejó de ser hogar hace años.
Se demoró bastante en llegar pues iba a paso lento pensando en lo ocurrido el mismo día.

Al llegar se acostó en su cama con el cuaderno de dibujo y un lápiz en la mano. Apoyó un cojín en la pared para no hacerse añicos la espalda y comenzó su bosquejo.
Su imaginación podía crear escenarios de Mina en cualquier situación.

Le estaba resultando hermoso. Era increíble. Una obra de arte puro.

Apenas lo finalizó, cayó en un profundo sueño

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Apenas lo finalizó, cayó en un profundo sueño.

komorebi | michaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora