Mirarse al espejo

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Verse así mismo por primera vez y darse cuenta que eres tú la prioridad de ti mismo, que te tienes que conocer y que te tienes que apreciar.

La verdad es que estamos tan acostumbrados a vernos en el espejo que llego un punto donde dejamos de observarnos y comenzamos a juzgarnos.

Ya no veíamos quienes éramos solo veíamos como lucíamos. Dejamos literalmente de observarnos y comenzamos a vernos y pensar: ¿mi cabello estará bien?, ¿mi maquillaje tapa lo suficiente?, ¿tengo muchas espinillas?, ¿será que me rasuro el bigote?, ¿mi ropa está bien? y así todo el tiempo, solo nos juzgamos o juzgamos como nos vemos.

Así que te invito a mirarte al espejo, mira tú reflejo concéntrate en tu cara, mira tus labios, tus granitos, tus pequeñas y casi imperceptibles cicatrices, tus pecas, tus lunares, mira tú nariz, tus cejas, tus pestañas y cuando hayas hecho ese recorrido sonríe y mira tus ojos refléjate en ellos y mira como se ve tu mirada cuando intentas gritar a través de ella. Y de vez en cuando mientras te maquillas, te cepillas, te rasuras, te desmaquillas, te peinas o te vistes; obsérvate, detállate, apréciate, refléjate y descubre cada centímetro de ti.

El Arte de Ser ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora