Dolor

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Querido, esta carta es para ti, y conforme leas, lo entenderás.

Quisiera preguntarte, ¿Por qué dueles? Pero sobre todo ¿Por qué siento que nunca dejaras de hacerlo?

He de admitir que me dueles, me dueles tanto que me canse de pelear contra ti y te acepte, me acostumbre a ti y ahora vivo contigo día tras día.

Te odio porque siento que me asfixio al tenerte, unos días dueles más que otros pero igual nunca dejas de hacerlo, eres un dolor tan grande que me quema, me destruye y me apaga poco a poco pero lo haces, eres un dolor tan difícil que es como si solo pudiese existir.

Lo más arrecho de que duelas es que, ninguna pastilla, crema o jarabe te alivia... Así que... Me lastimo, porque tengo la estúpida idea de que si genero un dolor que si sane con crema y pastillas, el que tú me generas desaparecerá, pero es mentira... es falso... es algo de lo que me quiero convencer.....Porque la verdad es que después de que ese dolor sana, tú sigues, y es peor porque me recuerdas que lo hice y que no logre nada, solo me volví más defectuosa, solo genere una cicatriz más que odiar en mí....Pero eso no te basta y lo sé porque cada vez que pienso en la próxima vez que me lastime, tú te acuestas a mi lado y me susurras: –No sé si eres o muy cobarde o muy fuerte, pero no terminaras lo que quieres comenzar.

Y me es difícil entender como tú me demuestras que puedes durar mucho y otro me dice que el tiempo te sanara... solo tengo algo por decir: mentira, porque el tiempo es tu aliado no tu cura, el tiempo es ese socio oculto que tienes, que no te sana, sino que te ayuda a entrar tanto que la persona que te siente termina por acostumbrarse a vivir contigo.

En el fondo me haces creer que rendirme será menos doloroso que seguir luchando.

Y en ocasiones sé que me lo creeré... pero te diré un secreto: no me importa porque sé que no eres infinito, y que cuanto más luche más satisfactorio será ganar, y ¿sabes porque? Porque eso implica que por fin me dejaras de doler.

El Arte de Ser ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora