Pretty Omega ❀vk

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Al día siguiente, después de supervisar el entrenamiento de los nuevos reclutas, TaeHyung se despidió de sus colegas y se marchó en su auto. Jimin y Jackson lo habían invitado a cenar con ellos en un restaurante al que solían ir con frecuencia pero el Alfa no se sentía con ánimos para salir y divertirse.

La noche anterior había sido muy dura, sobre todo porque el sexo con aquella mujer beta, "la de grandes pechos", había sido muy malo. Pésimo. Y eso no era todo, lo peor era que aún no podía quitar de su cabeza al lindo beta que lo dejó maravillado. Estuvo fantaseando con él durante todo el día y se sorprendió a sí mismo al tener deseos de regresar a aquel club solamente con el propósito de pasar una noche con JungKook.

Resopló al recordar que no había comprado comida para la cena ni siquiera tenía ramen, así que no tuvo más opción que ir a un restaurante. Era casi medianoche por lo tanto fue difícil encontrar un lugar que estuviera abierto. Afortunadamente vio un cartel con luces encendidas en una esquina de la calle y encontró una cafetería que al parecer seguía abierta. Había tenido suerte. Aparcó enfrente y se puso su sobretodo negro y su bufanda gruesa de color marfil antes de bajar del vehículo.

En cuanto la puerta del local se abrió y se cerró se escuchó el tintineo de una campana pequeña. TaeHyung respiró hondo, el intenso aroma a café y panecillos se pasea por todo el lugar y la agradable calidez que lo envuelve le provoca un escalofrío que lo hace temblar. La cafetería resultó ser muy acogedora a pesar de que no había clientes. Tenía un par de mesas con sillas de madera y luces cálidas iluminando todo el interior.

Toma asiento en una silla junto a la ventana y mientras desenrolla su bufanda de lana escucha pasos acercándose.

—Buenas noches señor, ¿Qué es lo que desea?

—Un americano y- —TaeHyung deja de hablar al dar media vuelta y encontrarse con unos lindos ojos oscuros que recordaba muy bien— Vaya. Que casualidad encontrarte otra vez y tan pronto. No sabía que tenías otro empleo.

TaeHyung se gira un poco más en su silla para ver a JungKook vestido con unos jeans azules, una camisa blanca con los primeros tres botones abiertos y un delantal negro atado a la cintura. Sostenía un bloc de notas en sus manos junto a un bolígrafo para poder tomar las órdenes.

—Eso no es de su incumbencia. Ordene por favor. Es mi último turno y tengo cosas que hacer después.

—Oh. ¿Vas a tu otro empleo? —preguntó interesado.

—No tengo por qué responderle a eso. Si no va a ordenar algo le voy a pedir que se retire ahora mismo.

—¿Por qué hoy estás siendo tan grosero conmigo? Ayer no me tratabas de esa manera, JungKook. ¿Sigues enojado porque decidí pasar la noche con esa hermosa beta antes que contigo? Tus celos son adorables.

—¿Disculpe? —JungKook levantó una ceja y luego sonrió de lado. No podía creer lo que estaba escuchando de ese sujeto— ¿Quién se cree que es...? Ni siquiera lo conozco.

—¿En serio no estabas celoso? Es que me pareció verte mirándome mientras estaba con esa mujer. Sus pechos eran como melones ¿sabes? Me fascinan cuando son así. Sobre todo cuando los tengo en mi boca y-

—¡Cállese! Es repugnante. No me importa lo que sea que haga con su vida. Créame que lo golpearía si pudiera pero necesito conservar este empleo para rentar un departamento y alguien como usted no va a echar a perder mi día. Asi que escúcheme bien, señor, será mejor que ordene o tendrá que irse.

—Bien, entendí. Sólo quiero un americano y un croissant salado.

JungKook anotó en su libreta y se alejó de la mesa sin mirarlo. Un par de minutos más tarde regresó con su orden. Una taza de humeante café negro con un croissant. TaeHyung le paga para no perder el tiempo y bebe el café de a sorbos mientras se distrae viendo a JungKook limpiar las otras mesas con un paño húmedo.