𝟏𝟔

190 18 0
                                    

El verano terminaba, el cumpleaños de la platinada ya había pasado y fue lindo el tiempo que pasaron todos juntos.

Alondra y Sirius se volvieron más cercanos pero no como antes, de hecho antes solo creían ser cercanos pero jamás se detuvieron a tener una verdadera conversación, ni quisiera cuando fueron pareja. Pero en esas semanas que pasaron, todos las noches platicaban de algo nuevo.

Ahora debían regresar cada quien a su casa, sobraba una semana para que empezará el séptimo año en Hogwarts.

Alondra había llegado a su casa el Domingo por la noche, y el Lunes por la mañana se dedico a contarle a sus padres los hechos del verano, y los días siguientes a comprar todo lo debido para el colegio.

Se encontraba en el callejón diagon con sus padres, debía comprar una túnica nueva y en la misma tienda se encontró a James y Sirius.

— ¡Scamander! — James parecía más contento de lo normal.

Sirius le dedico una sonrisa y ella se la devolvió, acercarse a él para platicar, se había acostumbrado a él en el último tiempo, pero James saltaba en frente de ella queriendo decirle algo pero no lo soltaba estaba esperando a que ella preguntara, todo un niño.

— Solo dilo — el de anteojos no pudo soportar más, si ella no le preguntaba se hubiera sentido decepcionado.

— Soy premio anual — casi se desmaya al oír eso, James Potter, el maldito James Potter, el tipo más bromista que puede existir, egocéntrico, e idiota, es premio anual.

— ¿Es una broma?

— Ya quisieras, soy un premio anual — acomodo sus lentes con superioridad, solo estaba bromeando — Al fin seré reconocido por lo increíble que soy, aunque claro es algo que todos ya sabían.

Sirius y la joven solo rodaron los ojos, el azabache siguió midiendose una túnica nueva, según él, sería su año de brillar.

— Hola.

— Hola — se miraron unos momentos — ¿Vienes con tus padres?

— Si, insistieron en venir, aunque les dije que no era necesario.

— Ellos son lindos — sonrió Sirius, los padres de Alondra eran otra pareja en su lista de "padres ejemplares", algunos tenían suerte.

Hubieran seguido charlando pero una modista llamó a la joven para su prueba, así que se despidió del pelinegro y de Potter, tal vez cuando saliera ellos ya no estuvieran. Su prediccion fue cierta los chicos ya no estaban y era poco probable que se volvieran a encontrar así que mejor tomo si túnica nueva y salió del lugar, sus padres estaban en una tienda de pociones, así que llegó a ellos los cuales después de hacer algunas compras se decidieron a volver a casa.

_____________

Otro año escolar empezaba, el último en su vida, debía apreciar cada momento antes de irse, eso pensaba Alondra, esperaba que fuera un gran año.

En el tren se encontró con su amiga pelirroja que también acaba de subir, las dos juntas empezaron a buscar a cualquier otro de sus amigos, hasta que al fin encontraron a los demás en un espacio. Todo parecía normal tan tranquilo, aveces cuando las cosas van a salir mal siempre empiezan bien, tan extrañamente bien, pero nadie lo nota siempre se sienten inmersos en la felicidad del momento.

El día transcurrió normal como todos los demás años, la cena en el gran comedor, un discurso, y la selección de casa de los de primer año. La mesa de los Slytherin era la única callada, su ambiente se veía tan... Pesimista, pero unos se veían más que otros, normalmente la casa estaba del humor en el que Lucius, Regulus y Barty estuvieran, como abejas reinas, solo que ellos si se veían pesimistas y los demás sólo estaban callados.

Alondra no lo noto, sólo Sirius lo hizo, pero era debido a su hermano, intentó hablar con él al subir al tren, pero todo el avance que ya habían tenido pareció haberse ido por el desagüe, no se comportó grosero pero si distante y lo ignoro por completo.

En cambio las demás casas estaban alegres, un nuevo año, nuevas oportunidades, nuevos problemas.

La cena terminó todos se dirigieron a sus casas, siguiendo a sus respectivos prefectos. Lo curioso es que James no apareció en toda la noche, ni en el tren, ¿se les hizo raro? Claro que si, pero pensaron que estallaría una broma en cualquier momento, tal vez no esa noche pero sin duda sería pronto.

Al llegar a la torre de Gryffindor las chicas se fueron a sus dormitorios y los chicos a los suyos, al llegar a su habitación, Sirius entre la oscuridad noto a un joven de anteojos hecho bolita, mirando la ventana, era James, Sirius se acercó rápidamente a su lado.

— Cornamenta, ¿qué sucede? — pasó su brazo alrededor de su amigo.

James no contestó, no podía se sentía severamente triste, aunque no debería, sólo le extendió la carta que tenía en la mano.

Querido James.

Lamento despedirme en una carta, pero no podría haberlo hecho en persona, gracias por haber sido parte de mi vida desde que llegue a Hogwarts, me hiciste pasar algunas de mis mejores aventuras de  adolescencia.

Ahora eres un premio anual, espero te comportes como tal, aunque te quitaría todo lo interesante que tienes, solo bromeó, es difícil hacerlo a traves de una carta pero eres una persona increíble James Potter e incluso  ni yo puedo decir lo contrario, tienes un futuro increíble, tal vez nos volvamos a ver en otra vida.

La carta no estaba firmada por nadie, pero a Sirius no le costó saber de quien era.

— Ella no volverá.

.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Like You Do || 𝐒. 𝐁𝐋𝐀𝐂𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora