| 20 | La semaforización

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A dejar claro, está historia no me pertenece, solo la adapto para poder traerla a vosotros de esta forma.

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Capítulo 20: "La semaforización"

Dos semanas después – Oficina de Natasha

- ¡NAT! – Tony entraba a la oficina de la rubia. Traía un papel en su mano y por la cara parecía ser algo urgente.

La rubia levantó su dedo para silenciar a su amigo mientras terminaba de hablar por teléfono, el chico se quedó cruzada de brazos en frente de su escritorio en su mejor postura de irritación.

- Es usted el que no está entendiendo Señor Jhonson – le aclaró la empresaria al destinatario de la llamada – La firma Romanoff Stark tiene más de treinta por ciento de las acciones y eso convierte a mi firma en la socia mayoritaria, por ende déjeme recordarle que podemos tomar cualquier decisión que se nos plazca u oponernos a las que tome el resto dejándolas sin validez... Todavía no he terminado de hablar – calló la interrupción del hombre – Si hemos decidido votar en contra de que ese hombre sea nombrado director de finanzas es porque tenemos otro nombre en mente – ya tenían todo arreglado de hecho – Exacto. Es lo que decimos nosotros o nos vamos a ver obligadas a rescatar nuestras acciones y usted bien sabe lo que eso significaría para... Ahora nos vamos entendiendo. Espero que mañana hablemos en otros términos... Hasta luego – cerró la llamada y con una enorme sonrisa enfrentó a su amigo.

- Eres infalible Nat – la felicitó Tony- ¿Lo lograste? – preguntó sin duda

Loa rubia asintió – Vamos a manejar las finanzas de esa empresa como se nos plazca Tony- Natasha apretó el botón de su intercomunicador – Sam trae una botella de champagne con dos copas por favor - al parecer había algo que festejar.

Tony sonrió hasta que se acordó del motivo de su visita a la oficina de Natasha. Rápidamente volvió a adoptar su posición de enfado y agitó el papel que tenía en su mano. Lo estampó en el escritorio de la ahora rubia.

- ¿Qué es esto? – Natasha se puso sus gafas y agarró el papel. Tony pudo ver como su amiga fruncía el ceño mientras leía - ¿Otra licencia? Esta es la...

- La quinta en el año Nat – informó el multimillonario– Mi padre tenía razón, hay que echarlo inmediatamente, estoy segura que nuestros abogados pueden alegar irresponsabilidad o algo así. Estuve hablando con ellos y dicen que... - mientras Tony seguía diagramando una forma de pagarle menos de indemnización al empleado Natasha volvía en sus recuerdos, de vez en cuando se tenía que acordar de mover su cabeza para que su socia no le llamara la atención por no estar escuchándola.

Fue exactamente este empleado sobre el cual Wanda opinó que habría que preguntarle porque pedía tantas licencias, y fue en ese preciso momento que Natasha estaba segura que Wanda le había empezado a caer mal a Howard Stark. Dios, como detestaba Natasha a esa hombre. El primer fin de semana que se mudaron, y tal como Tony lo sospechaba, la tuvieron de visita en el departamento y el hombre se había dedicado las dos primeras horas que la vieron a despotricar contra Wanda. No fue hasta que Natasha la hizo callar pidiéndole respeto por alguien que había sido tan amable de darles asilo, hasta que el hombre paró un poco su veneno. Lo siguiente fue que tanto Natasha como Steve se inventaron excusas para salir del departamento rumbo a cualquier lado, lo que menos quería hacer era aguantarse al viejo criticando las elecciones de Tony y a su amigo lamiendo el trasero de su padre con tal de obtener su aprobación. La pelirroja no supo exactamente donde se ocultó Steve el día sábado, pero ella se la pasó todo el día en su propia oficina. El domingo tanto el bailarín como Natasha se levantaron temprano para irse al hogar con la esperanza de que las niñas le pudieran hacer olvidar al idiota de Howard, y bueno tal vez Natasha tenía la suerte y se encontraba con Wanda también. Lamentablemente, no fue así. No la vio ese domingo, ni tampoco el domingo siguiente. Natasha no sabía por qué la castaña no iba al hogar, si durante el tiempo que vivieron juntas, lo había hecho religiosamente todos los domingos y algún que otro día más. Lo curioso era que a Steve no parecía sorprenderle, tampoco a Elizabeth y mucho menos a la hermana Ana, así que el segundo domingo que no vio aparecer a Wanda, no le quedó otra que preguntar. "- ¿Cómo que está en Londres?" Fueron las palabras que le salieron apenas la hermana Ana se lo comunicó – "¿Por qué carajo no me dijiste?" – fue la reacción de Natasha apenas se enteró de que el bailarín ya sabía que Wanda estaba de viaje, de más está decir que la mala palabra enfrente de Elizabeth le valió a la rubia dos padre nuestro y tres Ave maría que la hermana Ana le impuso como castigo. Una vez que había procesado la noticia de que Wanda había cruzado el océano, se puso a escuchar todo lo que Morgan ya le había pedido a la tatuadora que le trajera. Rió a carcajadas cuando se enteró de que la mini copia de Tony le había pedido kilos y kilos de chocolates y galletas pero no despegó sus ojos de la pequeña rubia de cuatro años. La tristeza de Elizabeth no pasó desapercibida por Natasha. La rubia la abrazó con fuerza cuando la pequeña rubiecita se largó a llorar pidiéndole que fuera a buscar a Wanda porque, en palabras de la pequeña, "la extlañaba mucho y no quelia que se fuerrrr... fuerrla nunca más" Cuando Natasha y la hermana Ana lograron calmarla, ponerle su medicina y dormirla, la empresaria se enteró que Wanda se había venido a despedir unos días después de que las chicas se cambiaran de departamento, pero que aun así llamaba casi todos los días para hablar con la niña.

I'm Not For You - ScarletWidow [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora