La Diabla (Jay Halstead) (Chicago P.D)

Capítulo 11

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-¿alguna idea de porque secuestraron a tus hermanas? ¿Algún enemigo? ¿Un negocio que salió mal?--- pregunta el sargento Hank Voight

Lo único que han hecho desde que me trajeron a su sala de interrogaciones es intentar sacar información que me perjudique y me puedan encerrar.

-ya es la cuarta vez que le digo que no sé quién pudo ser--- digo molesta fastidiada de la situación--- ¿se lo explico con manzanas o con dibujitos?--- sonrió falsamente

-intentamos ayudarte, tienes que colaborar--- dice la rubia de la cual no me acuerdo su nombre y me lo dijo una hora atrás, tampoco me interesa saberlo

-¿Dónde está el detective Halstead? quiero hablar con él, no con ustedes-

-Jay no vendrá--- dice el viejo canoso

-no hablare si no es con él-

-que no vendrá, ¿no escuchas?--- vuelve hablar la rubia

-tu cállate güerita--- pongo los ojos en blanco

De repente se abre la puerta y por ella aparece Jay.

-yo me encargo-

-¿seguro?--- pregunta la rubia

Esta rubia oxigenada ya me está cansando, siempre metiéndose donde no la llaman.

-no te preocupes, salgan-

El viejo canoso y la rubia oxigenada comparten una mirada y luego se van.

-¿Qué crees que haces?--- pregunta sentándose al frente de mi--- ellos intentan ayudarte-

-¿ayudarme?--- pregunto incrédula--- Jay, lo único que me han hecho es tratar de perjudicarme, lo que deberían preguntarme es que ¿cuándo fue la última vez que vi a mis hermanas?, ¿con quién iban a salir? No esas preguntas absurdas-

-con esa actitud vas hacer que maten a tus hermanas-

-¿crees que pondría a mis hermanas en peligro?--- pregunto seria

Cuando va a responder lo interrumpo.

-no lo haría, he luchado por años para que ellas no crezcan en el mismo hoyo que yo, para que tengan una mejor vida, sean mejor que yo, jamás y nunca las pondría en peligro-

-lo entiendo, pero... Taylor, algo fuera de lo normal que te haya pasado-

-ustedes son lo fuera de lo normal-

-entiendo--- susurra--- ¿sabes con quien iban a salir?-

-con unos amigos de la universidad... no se quien, yo... no espere que pasara esto--- empiezo a desesperarme

-cálmate--- se levanta de su silla y se sienta a un lado de mi tomando mis manos--- las vamos a encontrar-

-hasta el mediodía, Jay-

-¿Qué quieres?--- suelta mis manos--- ¿ir pateando puertas, matando por respuestas? ¿Y si te matan? Tus hermanas quedaran solas-

-ya te dije--- digo seria--- hasta el mediodía-

-o peor ¿Qué te metan presa? Quedaran solas-

-no intentes convencerme--- grito levantándome y comienzo a caminar por todo el cuartucho ese

-intento a ayudarte--- se acerca a mí--- déjame ayudarte--- susurra--- por favor-

-bien--- paso mis manos por mi cabello--- solo encuéntralas-

Siento las lágrimas correr por mis mejillas he instantáneamente me separo de él.

-lo hare--- dicho eso sale dejándome sola