La Diabla (Jay Halstead) (Chicago P.D)

Capítulo 6

Estaciono mi auto en la calle al frente del club Soul, con pasos firmes camino hacia la entrada encontrándome con Esteban Maldonado.

-¿tú eres ser Jay Halstead?-

-lo preguntas como si ya no supieras-

-tienes razón---asiente--- sígueme

Comienza a caminar hacia la parte interna del club y lo sigo, cuando entro se puede ver a una multitud de personas bebiendo, otras bailando, para ser las diez de la noche está muy full, sin mencionar la larga fila de espera.

Lo sigo a través de unos pasillos que solo está iluminados por una luz roja, al final de este ahí una puerta y la abre dejando ver unas escaleras.

-sube--- dice sin verme--- los guardias de arriba te revisaran para ver si traes armas-

-soy policía, obvio que traigo armas-

-eso no es mi problema--- dice despreocupado haciendo notar su acento mexicano--- sube, la patrona te espera-

Sin decir nada más subo las escaleras que al igual que el pasillo están iluminadas con unas luces rojas, al llegar a la parte de arriba me encuentro con dos guardias, camino hasta ellos y comienzan a revisarme, uno intenta quitarme el arma pero lo detengo.

-ni se te ocurra tocar mi arma-

Ambos se me quedan viendo y cuando el mismo guardia que intento quitarme el arma se vuelve a acercar a mí, la puerta detrás de ellos se abre dejando ver a la pelinegra con un vestido largo negro ceñido al cuerpo con una abertura en la pierna y unos tacones del mismo color.

-caballeros, dejen al hombre--- dice divertida

-patrona, tiene un arma-

-es policía, es algo lógico que tenga una, no se preocupen por mí, se cuidarme sola-

Ellos asienten en su dirección y se apartan dejándome pasar.

Una vez adentro ella cierra la puerta y se gira a verme.

-lamento eso, pero su labor es protegerme-

-¿Quién diría que la dueña de un club necesitara protección?-

-detective Halstead, se sorprendería la cantidad de enemigos que consigue uno por este trabajo-

Pasa por mi lado y camina hasta su escritorio, el vestido es descubierto en la parte de la espalda y deja lucir el escote ya que tiene el cabello en una coleta de caballo.

-tome asiento por favor--- me señala un mueble al frente de su escritorio--- mande a traer para usted un wiski, espero no haber sido muy atrevida-

-no te preocupes--- digo sentándome--- wiski está perfecto--- tomo el vaso que me ofrece y le doy un sorbo--- ¿tú que tomas?

-tequila--- dice en español luciendo su acento mexicano mientras sonríe coqueta--- ¿quieres?

-prefiero el wiski--- respondo

-tú te lo pierdes-

Se levanta de su silla y camina hasta mí de una forma sexy y encantadora, su mirada no se despega de mí y yo recorro su cuerpo con la mía, toma asiento a un lado de mí y su perfume se cuela por mis fosas nasales.

-a lo que vinimos-

-¿Quién mato a Burnet?-

-te lo diré con una condición-

-¿Cuál?--- le doy un trago a mi bebida

-que mi nombre no saldrá por ningún lado, dirás que la información la conseguiste con... no sé ¿un informante?--- hace un ademan con la mano restándole importancia

-hecho-

-bien... su nombre es Carlos Zambrano-

-¿Dónde lo encuentro?-

-eso tendrás que averiguarlo tú--- sonríe--- es todo lo que diré, pero ya, dejemos de hablar de personas sin importancia-

Quita mi bebida de mis manos y la coloca junta a la suya en la mesa ratona que se encuentra al frente.

-¿Qué te parece si nos divertimos un rato?-

-según tú, ¿cómo nos divertiríamos?-

Comienza recorrer mi cuello con su nariz y me estremezco.

-¿Cómo crees tú?--- susurra en mi oído

Cuando le voy a responder mi teléfono suena indicando la llegada de un mensaje, lo saco de mi bolsillo y trago duro al leer el mensaje de Hailey.

_sales por tu cuenta, o entro a yo buscarte_

Se que dije que solo publicaría dos, pero no me aguante, tómenlo como un bono extra. En multimedia el vestido que estaba usando nuestra querida Taylor.  BESOS