19. Desaparecida. III

2 1 0
                                    

Tom.

Empecé ha escuchar golpes impacientes en la puerta de mi casa. Una y otra, y otra vez.

Me acerqué a la puerta y abrí cabreado.

- Hola, Tom. - Dijo una amiga de Kiara. - Soy Lidia.

- ¿Qué quieres? - Dije enfadado.

- Necesitamos tu ayuda.

- No me interesa, adiós.

Estaba cerrando la puerta, pero una mano la detuvo. Me quede sorprendido al levantar la cabeza y ver que esa mano era de Kiara.

- Tom, podrías es...

- Vaya, ahora quieres estar cerca de mí, hace cinco días no parecía que quisieras lo mismo.

- Tom, por favor, escucha me.

- Sorprende me, niña chica.

Ella pareció enfadarse cuando la llamé así.

- Tom, por tu comportamiento creo que el único niño chico que hay aquí eres tú.

- Vale. - Volví a intentar cerrar la puerta, pero ella la volvió a aguantarla.

- Kiara, no estoy de humor, vete.

- Vale, pero antes me escuchas.

Yo suspiré y asentí.

- Creemos que sabemos donde está Jess.

- Y..., ¿por qué no llamas a la policía?

- No queremos que la policía se meta, se podría liar.

- Pues a mi no me metáis.

- Tom por favor, te necesito..., te necesitamos, Jess te necesita.

Estuve unos segundos pensándomelo, hasta que cogí las llaves de mi coche que estaba al lado de la puerta y salí de mi casa.

- Kiara.

Ella me miro.

- ¿Sí?

- Me debes una.

Ella asintió.

Dylan, Lidia y Liam se sentaba en la parte de atrás. Verónica, Emmily y Alice, se sentaba en la parte del medió, y Kiara y yo en la parte de delante.

- ¿Dónde vamos exactamente?

- Oh, si, toma.

Lidia me paso su móvil, para que viera donde íbamos.

Cuando observe bien el camino que debía coger, le devolví el móvil a Lidia, y arranque el coche para empezar a conducir.

Ya llevábamos media hora en el coche, cuando empezamos a meternos en un bosque. Estaba todo oscuro, y apenas cabía mi coche, así que lo deje allí y todos bajamos.

Pasado veinte minutos llegamos a una cabaña.

- Aquí es. - Dijo Lidia mirando fijamente la casa.

- ¿Qué?

- Tranquilo Liam, vamos a entrar todos juntos.

- Pero Lidia...

Ella le hecho una mirada asesina y el se callo.

- Alguien sabe como vamos a entrar ahí, no tiene pinta de que Jessica este ahí dentro sola. - Dije, mientras miraba la casa de arriba a bajo.

- El adulto eres tú... - Comenzó a decir Kiara. -, así que tu sabrás.

- Pero es vuestra amiga, esto ha sido vuestra idea.

- Y tu deberías de habernos aparado, y decir que era lo que había que hacer.

- Pero si os dije que llamarais a la policía.

- Pero tu también podrías haberla llamado.

- Pero si no era m...

- Que os calléis ya, pesado. Jess necesita ayuda y mientras vosotros os peleáis aquí fuera, no van a descubrir por vuestra culpa. No es nuestra culpa ni la de Jess, que estéis enamorados el uno del otro, y os peleáis porque no sois capas de deciros el uno al otro que os amáis. Ese no es nuestro problema, así que si os vas a pelear por niñerías, más os vale que sea cuando Jess este con nosotros. - Nos dijo Lidia enfadada.

- NO ESTAMOS ENASMORADOS. - Dijimos los dos a la vez,

- Que a mi no me engañáis, engañaros vosotros si queréis. Ahora por favor, vamos a buscar la manera de entrar en esta maldita cabaña.

Empezamos a dar vueltas por la cabaña, hasta que encontramos una ventana.

- Esperad, no entréis. - Dijo Kiara.

- ¿Por qué? - Preguntó Emmily.

- Se están moviendo.

- ¿Qué? - Hablo Verónica.

- Si, están saliendo de la cabaña.

- Si, si, están hay. - Dijo Liam.

- Joder, mirad como está. -Hablo Dylan.

- Vamos.

Yo agarre de brazo a Lidia.

- Espera, hay que hacerlo bien. Un paso en falso y todo se va a la mierda.

- Tiene razón. Necesitamos cebos. - Dijo Tom.

- Ahora vuelvo.

- Espera Kiara, ¿dónde vas?

- Ha hacer de cebo.

- ¿Qué? No.

- Yo los distraigo, y vosotros vais a por Jess. Cuando estéis con ella corred hacia el coche, e iros, no me esperéis.

- Yo voy contigo.

- Tom a ti te necesitan tienes que conducir. Yo estaré bien.

- Pero...

Ella me muso una mano en la mejilla y me la acaricio con el pulgar.

- Todo va ha salí bien, te necesitamos vale.

Ella quito su mano de mi cara y se dio la vuelta. Yo le cogí la mano antes de que se pudiera ir, y la acerque a mi.

- Kiara..., te amo.

Y después de esas dos palabras sellé hundí mis labios en los suyos.

- Hasta luego.

Y después de eso vi como la persona que más quería en el mundo se alejaba de mí.

------------------------------------------

Nota de la autora: Voy ha ser mala y os voy a dejar con la intriga de lo que pasara. SORRY.

Se que he entado unos días sin escribir, y os voy a dar una explicación. Es porque he estado leyendo un libro, y cuando leo me cuesta inspirarme. SORRY - De nuevo.-

Instagram: Isabel.cg_07

Os quiero.

Besos de fresa.

Isabel María.


Hasta mi último respiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora