Te encontraré (Freezer y Tu)

Capítulo 4

Narradora omnisciente

La primera en despertar fue la saiyajin, al día siguiente se dio cuenta que estaba siendo abrazada por el emperador. Freezer la sujetaba con fuerza de la cintura, con el rostro escondido entre el cuello y el hombro de ella, su espalda chocaba con el pecho de él, así que sentía la respiración contraria chocar con su piel.

Sus orbes (c/o) rodaron intentando ver el rostro del emperador, no quería romper la posición ya que él parecía muy cómodo así como estaban. Centró su mirada en él, contemplando con atención cada detalle de su rostro, su albina piel, su nariz, sus ojos cerrados que ocultaban las orbes carmesí que tanto le gustaban.

Poco a poco su mirada fue bajando, hasta quedar prácticamente fijada en los labios ónix que el emperador poseía. Quedó hipnotizada, nunca creyó tomarle importancia a algo así, siempre que veía el rostro del emperador eran sus ojos infiernos los que robaban su atención.

Cambió de posición, quedando cara a cara con él. La mano albina seguía sujetando su cintura, aunque ahora el agarre era más suave ya que cambió la posición. Quitó una de sus manos de entre las sabanas blancas, la acercó suavemente al rostro de él. Y con delicadeza le dio una caricia. Una tan suave y tierna que parecía una pluma rosando la albina mejilla.

Aunque pase el tiempo no se acostumbraba del todo a la suavidad del rostro contrario, era suave ante el tacto. 

Sonrió espontáneamente, Freezer causaba eso en ella. Siempre, cada vez que lo miraba o escuchaba su voz no podía evitar sonreír. 

Su cuerpo se tensó un poco cuando sintió el agarre a su cintura más firme, el cuerpo del emperador se removió ligeramente. La boca del emperador se entreabrió y él suspiró, o eso dedujo ella al sentir el aire caliente contra su piel, y los labios negros rosándole el cuello y causando una agradable sensación.

Los ojos carmesí se entreabrieron, logrando divisar a la chica que estaba frente suyo con una sonrisa, como si le estuviera dando los buenos días.

Plasmó una repentina sonrisa en su rostro albino. Sujetó con más fuerza a la fémina mientras escondía su rostro entre la piel de la mujer, la escuchó soltar una risita, una tan dulce y delicada. Una risita que le pareció suntuosa, magnifica y sumamente esplendida.

____: Buenos días.- susurró dulcemente, cosa que a Freezer le encantaba.

Freezer: Buenos días.- respondió mientras cerraba los ojos, le encantaba mantenerse así, en calma y abrazando a su mejor amiga. 

Sin embargo, la tranquilidad no es algo que dura para siempre. Permanentemente la vida nos arruina la poca tranquilidad que nos brinda, la reemplaza por situaciones que nos desagradan mucho.

Los golpes en la puerta metálica retumbaron en la habitación, llegaron a los oídos del emperador. Freezer soltó un pequeño gruñido con molestia porque rompieron su momento de tranquilidad. 

Freezer, a regañadientes, se levantó mientras movía la cola con molestia y en su rostro había una expresión de desagrado total, con los labios y el entrecejo fruncidos. 

Se acercó y abrió la puerta de su habitación, dejando ver al general peli verde con su típico peinado en trenza. El emperador maldecía al recién llegado. 

Freezer: ¿Qué sucede, soldado Zarbon?.- cuestionó mientras aguantaba las ganas de matar al peli verde.

Zarbon: Lamento molestarlo señor, pero el rey Cold solicita una reunión con usted.- al escuchar el nombre de su progenitor solo suspiró cansado. Desde que asumió el mando su padre se encargaba de supervisar todo lo que hacía.