Con el blanco hacia el recuerdo me pregunto:
¿En qué momento crecimos?
¿En qué momento dejamos de hacer de hacer funerales a las lagartijas con canciones infantiles?
Ya no somos los niños de la flor a la maestra y la competencia por el lápiz más lindo o el dibujo o algún poema.
Ya no somos los ingenuos pequeños que le preguntaban al chico o chica que les gustaba que si sí o no, que si quieres que te traiga el bolsito de la merienda o te doy la cuchara más linda a la hora del autoservicio
Ya no somos las que usábamos abrigos en el cabello para que pareciera más largo o los que llevaban supuestamente droga cuando era blanqueador.
Hoy nos parece que todo pasó demasiado rápido
Pero nos alegra que sí lo disfrutamos, le sacamos zumo a etapa, nos divertimos hasta en lo más mínimo.
Esa etapa que nos recuerda eso que ya no somos.
