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Hay algo en el señor Jaeger.
Tal vez sea la barba incipiente que adorna su barbilla y su arco de cupido, o tal vez sea su larga melena con ligeros mechones grises. Sea lo que sea, no impide que te quedes mirando intensamente sus rasgos cuando tu tarea consiste en ayudarle con el papeleo, no es un hombre tan mezquino como severo, es muy serio en su trabajo.

Lo suficientemente serio como para contratarte como su ayudante, te pasas el día recorriendo su despacho, archivando papeles, sellando documentos e incluso haciéndole el café cuando las noches se hacen largas, de verdad que no te gustaría que fuera de otra manera, sobre todo cuando el guapo hombre que tienes al lado empieza a cogerte cariño, igual que tú a él.

Es otra temida y larga noche en la tenue oficina, iluminada por una sola lámpara de tonos cálidos, Eren está esperando una llamada de uno de sus aliados en el extranjero y, con la drástica diferencia horaria, va a tener que esperar un rato.

"Así que, ¿tiene usted familia en casa, señor Jaeger?", le preguntas, abriéndote paso a su izquierda mientras está sentado en su escritorio, él suspira profundamente antes de mirar hacia ti, con sus profundos ojos esmeralda bañados en fatiga.
"Sí. Tengo una esposa y dos hijas..." hace una pausa, como si esperara algo más que decir. "¿Tienes... familia?", pregunta devuelta.

Sonríes cálidamente mientras chasqueas los talones, una señal de anticipación más que de molestia, posando tus ojos en los suyos. "No tengo. Soy toda yo".

A los pocos instantes de escuchar tus palabras, se muestra intrigado. Una jovencita tan guapa como tú nunca debería estar sola.

Antes de que tenga la oportunidad de hablar, le lanzas una mirada de preocupación. "¿Señor Jaeger? Si está demasiado cansado, me quedaré despierta y le dejaré descansar".
Él rechaza tu oferta, tomando otro largo sorbo de café antes de volverse hacia ti.

"Estoy bien, de verdad". Sabías que su relación con su esposa estaba en las rocas, también sabías que se había estado acostando con otras mujeres, así que ¿es realmente tan malo que un pequeño pensamiento caprichoso aparezca en tu cabeza? No es malo querer ayudar a las personas y qué mejor que tu guapo jefe.

"¿Sabes? He aprendido una técnica que me ayuda a conciliar el sueño", dices mientras te acercas a él y le pones la mano en el hombro. "¿Sí?", pregunta él. Sabe a dónde va esto, pero no siente ningún remordimiento, ninguna tristeza por sus acciones, se levanta de debajo del escritorio, mirando hacia ti mientras sus piernas se abren ligeramente una vez sentado en la silla giratoria.

"Todo lo que tienes que hacer es quedarte quieto y dejar que yo me encargue", gruñe suavemente en señal de aprobación, pasando sus manos por tus costados y cogiendo tus pechos por encima de la blusa.
No tardas en arrodillarte, bombeando su polla al instante; tan necesitada, hasta endurecerla mientras él gime profundamente, apartando el pelo suelto que hay detrás de tu oreja, lo envuelves por completo en tu boca, moviendo la cabeza arriba y abajo con premura mientras él se maravilla con el espectáculo que le ofreces, lo más que puedes hacer es zumbar contra él, enviando vibraciones por su eje y directamente a su núcleo debido a los lloriqueos ahogados en placer que soltbas aún con su polla en tu boca. Usas tu mano libre para bombear el resto que no cabe en tu boca, los movimientos de tus muñecas coinciden con el ritmo de tu boca mientras lo rodeas con tus labios apretando para una exquisita sensación aprisionando su ancha verga.

"Mierda, eres una jodida zorra.", murmura él, intentando con todas sus fuerzas calmar el empuje de sus caderas, pero éstas sacan lo mejor de él hasta que te sujeta la cabeza, follándote la boca a una velocidad intensa para alcanzar su propio subidón. Las lágrimas comienzan a caer en tus ojos cuando la punta de su polla golpea tu úvula repetidamente. Y de parte del más grande, tu dichoso jefe con el rostro sonrojado y fundido en placer seguía sus estocadas, no haciendo más que llenar la vacía oficina del sonido de tus arcadas, con el obsceno y exquisito ruido húmedo por la saliva que corría de tu boca empapando tu barbilla junto a toda la venosa polla de quién gemía duramente, esperando con ansias su orgasmo sin querer detenerse o tener piedad con tu boca.

Empuja una, dos y una tercera vez antes de correrse en tu garganta, llenando tu boca con el sabor amargo de su liberación, apoya el codo en su rodilla, tomando tus mejillas en su palma,

"Sé una buena chica y mantenlo todo ahí para mí, ¿sí?"

lamento la tardanza en actualizar u.u tuve unos cuántos problemitas personales y bajones; pero ya volví. disfruten al eren dilf mientras veo qué más subir ᥫ᭡

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⏰ Última actualización: Sep 03, 2021 ⏰

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lost in the fire. | eren jaeger o.s +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora