-....Eh....- Abrí los ojos.
Note una brisa acariciar mis pies, me dio frío. Retire con lentitud las sabanas de mi cuerpo y me senté en la cama. Tenía el pelo despeinado, y algunas ojeras.
Ahora recordaba todo lo ocurrido anoche.
Hachi, sin quererlo, estaba comenzando a consumir mi alma y energía vital. Lo hacía lentamente gracias a que era bastante joven, pero...lo estaba haciendo.
Recuerdo que...me enfade durante unos momentos con ella y la abandoné. Pero...luego me arrepentí totalmente y comencé a llorar en mi cama.
Oí su voz. Lo recuerdo. Nunca se me olvidará. Fue tan...tan bella.
Ahora comencé a pensar...¿Donde estaría?
...
Sacudí la cabeza.
Me levanté con rapidez de la cama y me puse en pie. Me vestí con algo de confusión, ya que no encontraba los calcetines.
Una vez vestido, me mire al espejo de la habitación, me veía igual que siempre a pesar de que ella me estaba "matando" lentamente.
Quizás...
Quizás podría dejarla.
A lo que me refiero es que...si, me matara a la larga, pero...prefiero morir joven y feliz, que viejo y amargado.
Además, moriría enamorado de Hachi todos los días, y me acabaría pegando un tiro por no haber estado junto a ella.
Así que...
Podría barajar las posibilidades...
Con prisa, fui hacia el salón, tratando de encontrarla. No la vi allí. Fui a la cocina. Tampoco allí. Y en la entrada... tampoco.
No estaba por ninguna parte, pero no me preocupaba en gran medida, ya que sabía perfectamente que ella podía desaparecer y aparecer en los lugares que quisiera.
Así que simplemente me puse los zapatos, y sin desayunar, marché hacia el trabajo.
Pensaba en la respuesta de Bob, que era un "padre" para mi.
Si iba a vivir con Hachi lo que me quedaba de vida, no podría hacerlo con Bob ya que, moriría junto a mi, o incluso antes.
Pero si vivía con Bob, quizás podría rehacer mi vida, pero llevaría un dolor demasiado grande en mi corazón si abandonara a Hachi.Entonces debía elegir.
Bob.
O Hachi.
...
Se me hacía difícil.
...
Seguí hundido en mis pensamientos mientras recorría las calles de la ciudad.
Seguía pensando en que hacer.Pero de repente...
-Ah?!- Sentí unas manos que me tapaban la boca y me agarraban del brazo.
Eran unas manos grande. Y agarraban con fuerza. Eran de un hombre.
El hombre me agarró con fuerza y me introdució en el callejón que tenía a un lado.
Allí, pude ver más de cerca de quién se trataba.
-Hhmmm!?- Intenté decir.
Quería decir:
¡¿El japonés!?
-Shh...callate niño... mantén el silencio y calmate...- Dijo alterado mientras despegaba la mano de mi boca.
Me calme como él dijo.
ESTÁS LEYENDO
~La Dama de Ocho Pies de Altura~ | Hachishakusama
ContoEl olvido causa soledad, que convoca y desarrolla el dolor. Pero todo eso puede eliminarse si solo tratamos de...llegar al corazón. Mi historia, una no común. Sentir que todos te intentan separar de algo que realmente te da la vida, es caótico, ¿ver...