Propuesta.

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Punto de vista de Tsubasa.
Casa de Misaki.

Las horas avanzaban y el reloj marcaba las 9 de la noche, el momento acordado para el inicio de la festividad en la casa de Misaki. Tsubasa se encontraba sumido en sus pensamientos, dudando sobre si Wakabayashi vendría o no.

Conforme pasaban los minutos, los invitados comenzaron a llegar. Sin embargo, una llegada inesperada tomó por sorpresa a todos, incluyendo a Tsubasa.

—¡Tsubasa! ¿Qué tal? —saludó Sanae con una sonrisa radiante.

—¡Oh! ¡Hola, Sanae! Todo bien. Pero, discúlpame, no esperaba verte por aquí —respondió Tsubasa, sorprendido por su presencia.

—¡Cierto! Sobre eso... —dijo Sanae, mirando a su alrededor antes de volver a encontrarse con la mirada de Tsubasa, visiblemente nerviosa—. Ishisaki me invitó, jaja.

En ese momento, Ishisaki apareció detrás de ella y se posicionó a su lado.

—¿Yo? Si nunca te avisé. Te uniste al último momento —comentó Ishisaki, provocando una risa entre ellos.

—¡Cállate! Claramente no me podían dejar fuera —replicó Sanae, dándole un golpe juguetón en la cabeza a Ishisaki— Bueno, pues, ¿por qué no comenzamos la fiesta de una vez?

—¡Claro! entren por favor —anunció Tsubasa, abriendo la puerta para dar paso a los invitados.

La atmósfera se llenó de risas y música, mientras Hikaru Matsuyama comenzaba a improvisar una canción en su guitarra, y Jun Misugi se unía con su voz. Kojiro Hyuga y Ken Wakashimasu discutian sobre quién era el mejor jugador de fútbol, mientras que los hermanos Tachibana demostraban sus mejores pasos de baile.

Tsubasa se alegraba de ver a sus amigos reunidos de nuevo y de poder divertirse como lo solían hacer. Sin embargo, también notó que Sanae había cambiado desde los tiempos de la primaria y secundaria. La situación se volvía un poco incómoda, ya que le habían informado que Sanae estaba enamorada de él en el pasado. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos.

—Oigan —dijo Hyuga, llamando la atención de todos—¿dónde está Wakabayashi? ¿Acaso no vendrá?

—¡Cierto, Tsubasa! —exclamó Ishisaki, dirigiéndose a él—. ¿No sabes algo de él?

—Aún no sé, pero tengan seguro que sí vendrá —intentó calmar la impaciencia de los demás, aunque él mismo estaba igual de confundido. Sacó su celular y lo miró, pero no había ninguna notificación.

—Chicos, no se desesperen, él vendrá. Mejor vamos a jugar —dijo Misaki, trayendo unos juegos de mesa.

—¡Sí! Obviamente, y claramente, yo ganaré —anunció Hyuga con confianza.

—Oh, vamos Hyuga, ya estás grande para esto —comentó Ishisaki, siendo interrumpido.

—¿Qué dijiste? No porque tenga 22 años significa que ya estoy grande para esto.

—Ajá, lo que tú digas —respondió Ishisaki, provocando risas.

Todos se dirigieron a jugar, mientras Tsubasa seguía viendo su teléfono y la hora, esperando alguna novedad de Wakabayashi. La noche avanzaba y los demás comenzaron a irse, agradeciendo por la reunión. Sanae se acercó a Tsubasa, quien seguía mirando su teléfono con preocupación.

-¡Tsubasa!-se acercó y se puso a delante de mí-¿Acaso lo sigues esperando?

-‹Qué? No, no el solo-suspire profundo-Solo estoy preocupado por él.

-No te desanimes, probablemente se le vino inconveniente ¿No crees?

Me dió una sonrisa cálida por lo que me quedé en silencio mientras desviaba mi mirada.

¿Es bueno amarte?  [Wakabayashi x Tsubasa].  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora