Martín Duarte
Este estúpido Harry, cada vez se me hace más difícil convencerlo de llevar el plan a cabo. Voy a tener que avanzar más rápido de lo que pensaba, así no tendrá tiempo para analizar y negarse
Tomo mi celular y marco su número telefónico. Después de unos cuantos repiques contesta
— ¿Qué quieres, Martín?— el fastidio en su voz era inconfundible.
— Quiero que avancemos a la última fase del plan— dije sin rodeos mientras caminaba a casa, no vivía muy lejos de Amelia, así que no es ningún problema
—¿Estás seguro? Creí que eras más minucioso con tus juegos locos, o algo así me habías dicho— no pude evitar rodar los ojos ante eso
— Si, estoy seguro solo hazlo— Le ordene —No querrás que les cuente a todos nuestro "secretito" ¿Verdad?— Le amenacé sabiendo que gracias a eso no podría negarse
—Bien, pero luego de esto me dejarás en paz o tu serás mi siguiente "secretito"— Trató de amenazarme de igual manera con la ira impregnada en su voz
No pude evitar una sonrisa que apareció en mis labios — Oye, no es mi culpa que no sepas cómo limpiar sangre — la burla clara en mi tono solo logró mi objetivo (hacerlo enfurecer)
—¡Si después de esto me sigues amenazando no me importará dejar tu sangre por todos lados!— Gritó a través del celular, no puedo creer lo divertido que es esto
— Está bien fortachón, solo recuerda que si el cuerpo de Frederik Thomas no ha sido encontrado es gracias a mí y que si cumples con el maldito plan nadie tiene que saber lo que pasó esa noche— podía sentir como se tensaba sin siquiera mirarlo
— Tu mismo sabes que fue en defensa propia— trató de excusarse — Y si es así ¿ Porque no se lo has dicho a la policía? ¿Porque no se lo has dicho a su familia?— le dije entre risas — porque sabes que aún así irás a la cárcel Harry. Ahora deja de oponerte y ve directo a la maldita fase final del plan— terminé diciéndole. El simplemente respondió un "está bien" en el que se podía sentir toda su ira
perfecto, ahora sí la tengo ganada.
Harry Williams
Bajo directo al mini bar para tomar una botella de tequila y poder relajarme. Pero después de tres copas me sentía exactamente igual
Así que me dirijo al gimnasio del sótano, donde puedo golpear mi saco de arena hasta que me sangren los nudillos
Me preparo para lo mismo hasta que la cara de Martín aparece en el y comienzo a golpearlo con más fuerza
Luego de un par de horas mi cuerpo estaba exsausto, pero mi ira seguía ardiendo. Con la respiración pesada tomé la botella de tequila y la estrellé conta la pared.
No puedo creer que Martín esté utilizando lo que pasó esa noche para obligarme a hacer su estúpido plan.
El más que nadie sabe que no era mi intención haberlo hecho, pero al parecer si era la suya.
Martín y yo pasábamos bastante tiempo juntos desde que comenzamos en la preparatoria Alpha. No sé cómo no me di cuenta de que estaba loco antes de esa noche
Verano, hace un año
—Hey Harry! — me llama Martín que viene corriendo detrás de mí — Oye, escuché que tu padre tiene una casa en una montaña muy hermosa — dijo tomando aire
— ¿Como te enteraste de eso?—
Pregunte levantando una ceja —no me mates, pero te escuche el otro día hablando con el por teléfono— una sonrisa tímida aparece en el
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Mi amor platónico ©
Novela JuvenilAmelia Zanders una chica de 18 años ¿tendra el valor para hacer que su amor platónico pueda siquiera notarla? Tal vez un hecho tan típico y simple pueda llevarle a grandes consecuencias.