XXI

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El tiempo pasaba muy lentamente. O al menos así es como se sentía Frisk

Pese a que solo había pasado una semana desde que Sans la secuestró, ella sentía que habían pasado meses, o años.

Cada día era una pesadilla, el hecho de estar privada de la luz y aire de fuera, encadenada como un perro, sexo la mayor parte del día, la estaban matando.

Frisk se preguntaba si sus padres y sus amigos, quienes probablemente ya habían notado su ausencia, estaban buscándola ahora mismo. ¿Notarían que su secuestrador era alguien cercano a ellos? Eso la desalentaba. Era poco probable que descubrieran que su amigo era en realidad un psicópata.

¿Pero que había hecho ella para merecer esto? ¿Porque Sans se había vuelto un monstruo?

Sans. Su mejor amigo. La persona en la que más confiaba.

Él había sido la segunda persona que la había ayudado en el subsuelo. Dándole consejos, asegurándose que estuviera bien, que comiera, que riera y notara que los monstruos eran gente amable. Claro que, aunque fue una petición de Toriel, con el tiempo ambos llegaron a conocer la bondad que poseían. La preocupación que en un inicio era un favor, se volvió una verdadera amistad.

Los ojos de Frisk se llenaron de lágrimas, mientras estaba acostada en ese cartón frio. Tenía náuseas de solo pensar en todo lo que Sans le había hecho en los últimos días. Estaba confundida y enferma.

"Por favor, que alguien me encuentre pronto" pensó la chica, dirigiendo una plegaria al cielo que no podía ver.





—Lo siento. Hoy también he buscado en la escuela y cerca de los baldíos, pero no encontré nada— dijo Papyrus entristecido, mientras se sentaba en el sofá de los Dreemurr.

Los amigos más cercanos de Frisk estaban en la sala, mientras Toriel servía tazas de café para todos. El rostro de la mujer albina, tenía marcas de lágrimas y ojos llorosos.

Ella dejó las tazas en una bandeja de madera. Sans se levantó de su asiento y tomó la bandeja para empezar a repartir las tazas.

Sans mantenía una sonrisa triste. Cosa que nadie le reclamaba ya que era parte de su personalidad.

—¿Por qué la policía no hace nada? Si yo tuviera más autoridad, es lo único en lo que me concentraría ahora mismo— dijo furiosa Undyne.

—Primero teníamos que esperar 48 horas para considerarla una persona desaparecida. Y ahora mismo apenas están iniciando las investigaciones—mencionó Asgore.

—No se preocupen, pronto tendremos noticias—dijo Sans, terminando de entregar las tazas

El timbre sonó.

Todos se quedaron quietos en silencio. Asgore se levantó y camino lentamente hacia la puerta.

Había un hombre ahí, sosteniendo un paraguas para resguardarse de la lluvia. Era un humano.

—¿Sr. Dreemurr?, Mi nombre es Edward —levantó una placa—Soy el detective a cargo del caso de su hija. ¿Puedo pasar?




El próximo capítulo será en el presente.

Por cierto, los invito a leer la publicación siguiente, es importante.

YANDERE [Human Sans x Frisk] [Frans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora