— Gir, ¿donde está tu hermano? — Pregunto el alto de ojos púrpura mientras se agachaba para quedar a la altura del menor que se encontraba dibujando.
— Uhm... No lo se, creo que fue a la tienda, o en su cuarto ¡tal vez esta persiguiendo a una ardilla! — Dijo con una sonrisa para luego seguir dibujando.
— Iré a revisar a su cuarto. — Subio al segundo piso para luego tocar la puerta, era algo que había aprendido, la última vez que entró sin tocar la puerta el adolecente a parte de que no le habló por semanas le causó un moreton en la frente, cosas así ya no extrañaban a sus padres, su hijo podía ser algo.. Impulsivo. Después de unos segundos escucho un "pase" por el otro lado de la puerta, este sin esperar más entro.
— Hey, hijo. — Dijo el mayor de ojos rojos para llamar la atención del menor, cosa que logro. — ¿Terminaste de desempacar? Tu padre y yo queríamos saber si querías conocer el lugar, salir un rato como la familia cariñosa que somos, o algo así dijo el.. como sea, ¿Vienes?
— ¿Irán a hacer las compras? — Habló cortante.
— Supongo. — Dijo alzando los hombros.
— Supongo que si entonces. — El menor se levantó de la comodidad de su cama y bajo al primer piso junto a su padre.
Al llegar abajo lo primero que vieron fue al adulto de ojos púrpuras arreglando al menor, este al verlos los recibió con una gran sonrisa.
— ¿Están listos? Hay muchas cosas que aún faltan por la mudanza, así que espero que me ayuden y no se queden viendo tonterías. — Reclamó.
— Papá ¿Crees que puedas comprarme algunas cosas?
— ¡Claro, no hay problema! — Respondió sonriente mientras su pareja negaba con la cabeza, si había algo definía bien a púrpura como padre, era que este consentía a sus hijos sin importar que.
(...)
Después de ir a comprar las cosas necesarias para el hogar habían ido a la "Eskuela" para arreglar unos pequeños papeles que habían quedado pendientes, dejando a los niños que observarán un poco el lugar, el niño de ojos azules había ido a ver los juegos mientras el de ojos magenta observaba a lo lejos, este se encontraba abajo de un árbol, solo quería ir a su casa y encerrarse en su cuarto.
Al parecer ya era hora de salida, ya que empezaban a salir los alumnos. Así también llegando la hora de irse a casa ya que sus padres habían terminado con el papeleo.
Al salir del plantel no pudo evitar ver a un chico que hablaba emocionadamente sobre el espacio, ya que al de ojos magenta también le interesaba, sin embargo a la niña que se lo contaba parecía no importarle, pues estaba muy entretenida en su videojuego.
El chico de gabardina se dió cuenta de la mirada del castaño de ojos magenta y solo le sonrió de manera dulce, el contrario decidió ignorarlo y seguir a sus padres.
— ¿Entonces que les pareció la Eskuela? — Pregunto Púrpura, ya que Rojo se encontraba conduciendo.
— ¡Me gusto mucho! Espero tener muchos amigos. — Dijo con entusiasmo el de ojos azules.
El de ojos magenta solo bufo irritado, quería a su hermano y mucho, pero a veces llegaba a desesperarse muy rápido.
— ¿Y tú Zim? — Ahora había hablado Rojo.
— No me gusta, todos parecen retrasados. — Dijo con sinceridad mientras veía la ventana sin interés.
— ¡Zim! Se que los cambios son difíciles, pero hay que acostumbrarnos, te la pasaras bien solo toma tiempo. — Trato Púrpura de cambiar la perspectiva del mayor de sus hijos.
— Claro. — Miró a su hermano, el cual se había quedado dormido.
(...)Ya había salido el sol y otra vez sin necesidad de una alarma el primero en despertar había sido el chico de ojos magenta, no es porque el quería despertarse temprano ¿Quien mierda se despierta tan temprano? Simplemente que tiene algunos problemas para dormir y al despertarse temprano y ya no poder volver a dormir decidió empezar a alistarse para empezar el día.
Al ya estar duchado y vestido, decidió bajar a desayunar, ya que al salir de la ducha se había dado cuenta que sus padres ya se habían despertado. Al ya estar abajo saludo a sus padres para después desayunar, al estar todo listo fue acompañado por sus padres hacia el plantel y como no estaba tan lejos de su casa decidieron caminar.
Por el camino se encontraron con una algo peculiar que había llamado la atención de Zim, ya que está en ves de tener una cerca de madera como las demás casas tenía una cerca eléctrica, a parte que tenía colores más vivos como el blanco y el azul.
Después de un rato de caminar por fin llegaron al plantel, se despidió de sus padres al igual que su hermano menor, ya que este había sido llevado por una maestra hacia su respectivo salón.
El castaño soltó un suspiro antes de tocar la puerta del aula a la que el pertenecía para después escuchar un "adelante" este sin dudar más abrió la puerta para luego encontrarse con la mirada de varios alumnos.
"Estúpidos" Fue lo primero que pensó para luego pasar, ya que la profesora se lo había dicho.
— ¿Tu eres el chico nuevo? — El castaño asintió. — Bien, preséntate y luego te irás a sentar a cualquier lugar vacío. — Dijo cortante para luego ir a sentarse esperando al chico.
— Me llamo Zim y... De una vez aviso que no estoy interesado en hacer amigos. — Este sin esperar más fue al primer asiento que encontró y se sentó.
Desde ahí empezaron a escucharse murmullos, ya que era algo raro el hecho de que el nuevo no quisiera amigos, normalmente todos dicen que esperan llevarse bien con todos y tener amigos ¿No?
Lo que a unos les parecía raro y molesto a cierto chico con gabardina y ojos ámbar le parecía sumamente interesante.
Había despertado la curiosidad del chico y como amante de lo desconocido ya se había propuesto una nueva meta, la cual consistía en descubrir el porque del comportamiento del chico nuevo.
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𝘾𝙖𝙣 𝙄 𝘾𝙖𝙡𝙡 𝙔𝙤𝙪 𝙏𝙤𝙣𝙞𝙜𝙝𝙩? - 𝘡𝘢𝘳𝘥.
FanfictionZim, un chico que simplemente no tiene la necesidad de hacer amigos, por el hecho de que durante su niñez se le dejó claro que si se debía preocupar por alguien era el mismo. ¿Tanto le llegó a afectar para que ahora sea como lo es ahora? - 𝐊𝐚�...