My New Addiction [Suguru Niragi]

♧El comienzo del fin♧

Sus gestos mostraban que claramente estaba molesto y al mismo tiempo sorprendido, obviamente él no creía que yo sabría ese pequeño secreto suyo. Y realmente no lo sabía, solo lo deduje a base de sus orbes e increíblemente acerté.

-¿Qué te hizo exactamente?- Ya no debía seguir hablando, pero mi curiosidad era más poderosa.

-No sigas, perra.- Nunca había visto que Chishiya perdiera su autocontrol y en ese momento no logré reconocerlo por su ira.

-¿Te engañó?- A pesar de que Chishiya ya había decidido irse a su habitación, logré captar su atención de nuevo, y lo que dije también era una suposición.

-¿Cómo diste con esa información?- Giró su cuerpo para que pudiéramos vernos a los ojos de nuevo. Y lo noté. Esta era su versión más sincera y pura. Claro, si es que la pureza se puede mantener en este mundo.

-No di, la deduje.- Eso solo hizo mayor su confusión.

Extrañamente solo me miró con cierto sarcasmo y se fue. Él seguía siendo un completo misterio, que pronto comenzaría a temer.

Caminé sin ganas a mi habitación, entré casi ya sin energía alguna. En cuanto cerré la puerta de la habitación, dejé que mis ojos soltaran aquellas lágrimas que llevaba un rato intentando suprimir. Y eso hice toda la tarde. Llorar y solo llorar. Estoy segura que el grito tan desgarrador que di preocupó a más de uno, este mundo comenzaba a acabar conmigo pero por alguna razón no me mataba. Aún.

La noche fue quizás una de las más pesadas que tuve en aquel intenso mundo. No solo lloré por el hombre que alguna vez fue mi padre, sino también por las personas, que tan abruptamente el "país" llamado Borderland, me había arrebatado de esa forma tan inhumana.

Y soñé de nuevo con esa oscura parte de mí, siendo así la primera vez que hablé con ella directamente.

[***]

-Sabes que hay muchas cosas en este lugar que no son normales.- La escuché con esa voz distorsionada que tiene. No sabía muy bien donde estábamos, todo era negro y había un ligero eco que hacía la voz de aquella sombra sonara aún más tétrica.

-¿Qué es normal aquí? Ni siquiera eres normal tú.- Al haber vivido con ella ya un tiempo, ya se me hacía normal hablar con ella.

-Entre la locura debe haber un poco de cordura.- No entendía nada. -Soy tu versión más pura.- Volvió a decir esa frase tan extraña. -Pero ambas tenemos esa intuición que nos dice que algo en este hotel, se está volviendo muy inestable. Pasará una catástrofe y lo sabes muy bien.-

-¿Y qué hago yo? ¿Correr? ¿Cómo toda la puta vida?- Pronto empecé a aceptar esa "perfecta versión de mí".

-Cuídate las espaldas, sé que alguien no es quien presume ser.-

-¿Por qué confiar en ti? Mataste a quienes quería y conocía.- Los recuerdos de la pesadilla de esa terrible noche aún me atormentaban.

-Te he mantenido viva. ¿Quién crees que maneja tu cuerpo en los juegos?- Sonaba irracional e ilógico, pero de cierta forma tenía sentido. -Si los maté en tu sueño, fue por algo ¿no crees tú?-

Guardé silencio. Muy dentro de mí, sabía que era la cruda verdad.

[***]

Al despertar me topé con una sorpresa. Arisu, Kuina, Usagi y Chishiya estaban metidos en mi habitación, esperando, como completos psicópatas, a que abriera los ojos. No me dejaban estar de luto en paz.

-Debemos ir a la sala de juntas.- A Chishiya no parecía afectarle lo del día anterior. -Además, es hora de escapar de aquí.-

Lo miré con bastante confusión.