¡Love Shot!

Unhealthy Obsession.

Advertencias: Acoso, obsesión, relación enfermiza.
Spoilers: Ninguno.
Alternative Universe: ¡Au Escolar! Sin Hechicería, todo normal.
Parejas Secundarias: Ninguna.
Pedido hecho por: Nadie. Idea original.
Número de palabras escritas: 2568.

Yuuji y Satoru tienen 17 años en éste shot, además que Itadori tiene el cabello castaño, como en el manga.

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Si a Satoru le preguntasen quién es la persona que más le ha ofrecido su apoyo incondicional, sin duda respondería que Itadori Yuuji es su soporte para todo.

Jamás habría imaginado que alguien tan lindo sería quien más le ayudara a seguir adelante, y amaba eso.

Amaba cada parte de él.

Pero Itadori lo amaba más.

— ¿Hoy irás también al club de béisbol, Satoru?— Preguntó el joven que caminaba a  paso lento junto al mencionado.

— Por supuesto, alguien tiene qué enseñarles a todos esos idiotas quién es el mejor.— Levantó los brazos y los pasó por detrás de su cuello.

El castaño rió como siempre, eran esos típicos comentarios del albino que siempre le sacaban una sonrisa para alegrar su día a día.
Tan sólo escuchar su profunda voz diariamente, le relajaba demasiado, tal como esa gota de agua que cae al suelo comenzando la lluvia.

«Eres tan lindo cuando me diriges la palabra, si pudiera grabarlas y escucharlas toda la noche de verdad sería magnífico...»

— ¿Qué hay de ti, Yuuji? ¿Harás algo después?

Itadori se vió forzado a interrumpir sus pensamientos para poder responderle de manera adecuada.
Como ya estaba acostumbrado a hacer.

— Hoy no podré acompañarte, tengo que hacer un par de cosas para el club de mi colegio.— Le hizo saber, a la vez que apoyaba una mano en el hombro de Gojo y daba pequeñas y suaves palmadas en éste.

Ambos jóvenes estudiaban en distintos lugares, pero eso no les impedía para estar al tanto de la situación de cada uno.

— No entiendo por qué siempre debes de hacer cosas por doquier, tómate un descanso.

— Sabes que me sentiré culpable si no ayudo a quienes me necesitan.

— ¿Y qué pasa si yo te necesito allá?— Miró a otra dirección, fingiendo obvio desinterés.

Yuuji primeramente no supo que decir, se sonrojó un poco y rió con ganas después.

— No creo que sea el caso que me necesites, siempre sales victorioso.

El mayor suspiró resignado.
Muchas veces quería verlo ahí, apoyándolo y viéndolo brillar como el sol de primavera.

— Como sea, te veo luego, mi camino llega hasta aquí.— Detuvo su andar y señaló la dirección por la cuál se iría, luego de hacerlo, se despidió con un gesto de mano y una suave sonrisa en el rostro.

— ¡Si gano, promete que la próxima vez irás a verme!

— ¡Pero siempre ganas, Satoru!— Continuó caminando por su rumbo y giraba la cabeza para responder lo que su mejor amigo decía.