♂Capitulo Tres.

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                                                                               Kyle.

Cuando entramos al edificio nos dirigimos a la recepción, donde nos darán el número de habitación que hospedaremos durante el resto del ciclo.

En la recepción hay uno ocho o nueve chicos más en una fila india frente a la recepcionista.

Una chica de cabello rojo fuego se está quejando, por lo poco que he escuchado lleva mucho tiempo esperando aquí.

- ¿Por qué rayos tarda tanto esa tipa?

- Malena, cálmate ¿Si? Ni siquiera llevamos mucho tiempo aquí para que te estés quejando como si llevaras horas – habla el chico detrás de ella – además es solo una principiante, no tiene la culpa.

- Claro que la tiene.

Miro a la recepcionista mientras mi hermana y yo nos unimos a la formación, justo detrás del chico que está hablando con la tal Malena.

-Que no.

-Que si, ¡Solo mírala! Es una floja y ni siquiera sabe lo que hace.

Instintivamente mi mirada se dirige de nuevo hacia la recepcionista.

Efectivamente.

La pobre chica de no más de veintitrés años se como no pudiera con su trabajo.

Un chico de tez morena se encentra frente al gran escritorio reclamándole que el numero de habitación que ella le dio ya están completos.

- ¿Pobre chica, no?

- Lose… lo que no término de entender es porque en un gigantesco colegio hay solo una recepcionista.

- Tal vez es porque cobren mucho – se encoje de hombros.

- Claro, en un colegio de chicos ricos como este no alcanza para sacar un salario decente para una recepcionista.

- Osh, ahora ya no se puede bromear con tigo – rueda los ojos

- Es que tú siempre sales con tus bromitas en momentos serios – espeto frunciendo el ceño.

- Ahhg, cállate.

- Cállame.

- Te callo.

- Quiero verlo.

- Pues lo veras.

- ¿Cuándo?

- Ahora.

- ¿Ah, sí? ¿Tú y cuantos más?

- Déjame decirte que no necesito de otra persona para patearte el culo y dejarte callado querido hermanito.

- ¿Muy valiente, no?

- Y con agallas, y con agallas – agrega sonriendo orgullosa.

- Quiero ver que tan valiente eres cuando veas… ¡esto! – saco una araña de goma del bolsillo de mi pantalón.

Kayla desde muy pequeña siempre ha tenido pánico a las arañas y yo siempre he tenido una figura de goma como esta con migo todo el tiempo.

¿Y a quien no le gusta molestar o asustar a su hermana?

Deja escapar un sonoro grito en cuanto vio a la araña a tan solo centímetros de su cara, atrayendo la atención de todos inclusive de la ineficiente recepcionista.

-¡Eres un jodido imbécil, Kyle Rigel! – chilla con su mano sostenida en su pecho – casi me matas de un infarto.

Exagerada…

AQUOPOLIS (Infierno Bajo Agua)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora