AQUOPOLIS (Infierno Bajo Agua)

Capitulo Seis.

Kayla.

-¡Ya deja de gritar!

Le reprendí a Malena, quien no dejaba de lanzar gritos de "Terror" mientras observamos como los caníbales se aproximan a nosotros.

Cuando abandonamos la sala de química, nos llevamos la sorpresa de que estábamos siendo "esperados" en el pasillo. Un pequeño grupo de caníbales estaba cerca, muy cerca de la sala de química y en el momento en que abrimos llamamos su atención.

Desgraciadamente la maldita puerta se atasco cuando intentamos volver a cerrarla y refugiarnos dentro del salón. Entraron a la sala.

Y aquí estamos arrinconados mientras observamos como el pequeño grupo de cinco jodidos caníbales se acerca poco a poco. Listos para devorarnos.

-¡Tenemos que hacer algo rápido!

Volteo hacia Lance, quien se encuentra aterrorizado, haciendo un intento fallido de fundirse completamente con la pared blanca.

Miro hacia mí alrededor en busca de algún objeto contundente que pueda usar como arma. Me doy cuenta que mi hermano también hace lo mismo, lo que me hace sonreír inconscientemente al coincidir en la manera de pensar.

Lo único utilizable como arma es el bote de basura metálico junto al escritorio, el cual esta... a solo unos cuantos pasos de los caníbales

Maldición.

Es ahora o nunca.

-¡Kyle!

Cuando voltea hacia mi asiento hacia el bote de basura y luego hacia los caníbales.

Gracias al cielo entendió perfectamente el mensaje.

Asiente con la cabeza y cuenta con sus dedos hasta tres antes de salir disparado hacia el caníbal más cercano al bote de basura y empujarlo para darme tiempo a tomarlo con mis dos manos y golpear fuertemente al caníbal más cercano, el cual solo logra tambalearlo y retroceder un jodido paso.

-¡Golpéalo en la cabeza! -grita Sam, quien recién acaba de empujar fuertemente a otro caníbal hasta tumbarlo de espaldas al suelo.

-Dame eso -Kyle quita el bote metálico de mis manos y seguido golpea fuertemente a uno en la cabeza y lo hace caer al suelo inconsciente.

Luego va por el otro y el otro.

Deja caer el bote -ahora deforme gracias a la abolladuras por tanto golpe -al suelo y limpia el sudor de su frente al mismo tiempo que deja salir un suspiro de alivio.

-Debemos darnos prisa, puede que hayan otros cerca -dice Alan antes de trotar a la puerta, seguido de todos nosotros.

-¿No deberíamos llevar algún arma o algo? -pregunta Maleny, deteniéndose en la puerta.