-Demi, Demi, ¿estás ahí? ¿Qué diablos te pasa?- alguien decía mi nombre repetidamente mientras agitaba su mano frente a mi rostro, tratando de llamar mi atención. Pero yo simplemente no estaba presente, mi cuerpo estaba allí, pero mi mente aun seguía pensando en aquella chica de cabello rojo e hipnotizantes ojos azules que me había topado unos minutos atrás.
La persona que frente a mí se encontraba tomo mis hombros y sacudió mi cuerpo con ímpetu, haciendo que mi alocado cerebro volviese a la realidad. Me encontré a Audrey con una mirada de confusión con una pizca de preocupación que se dirigía hacia mí.
-¿Estás bien? ¿Qué paso?- pregunto ligeramente preocupada mi amiga castaña.
Parpadee varias veces para aterrizar por completo en la realidad.
-Mm claro que estoy bien, ¿Por qué lo preguntas?- sonreí para tratar de quitarle un poco de preocupación a la escena.
-¡Porque te quedaste mirando un punto fijo en algún lado como si no hubiese un mañana! ¡Y tampoco te movías! ¿Cómo quieres que no preocupe?- hablo exageradamente alterada la castaña.
-Solo estaba pensando, relájate- le di un pequeño golpe en el hombro mientras caminaba de vuelta a la mesa donde estaban todos mis conocidos reunidos.
Ella obviamente se quejo y camino de vuelta conmigo a la mesa, dando por terminado el tema. Cuando nos encontramos reunidas de nuevo con Irwin y los demás, trate de recordar lo que quería hacer antes de encontrarme con la chica del cabello rojo. Mordía mis uñas tratando de acordarme y gire hacia mi derecha, buscando alguna clase de pista, y vi a Harry, sonriéndome de forma sarcástica y cínica, pero al tiempo con cierta pizca de coqueteo y aquella actitud me recordó lo que debía hacer: llamar a Louis.
Tome el pequeño bolso que hacia juego con mi conjunto y busque en su interior mi teléfono. Desbloquee la pantalla y marque el número que me sabía de memoria.
-Hola, bebe- respondió la aguda voz de mi novio al otro lado de la línea.
-Hola cariño- salude alegre -¿Cómo estás?
-Muy bien, y la princesa más linda de Louisville y del mundo entero, ¿Cómo esta?-
-Mm no muy bien, ¿sabes?-
-¿Por qué? ¿Qué paso?- pregunto preocupado.
-Porque estoy en una fiesta con Irwin y Audrey, pero quiero que mi Boo Bear este conmigo, ¿podrías venir a acompañarme?- hice la voz más tierna que se me ocurrió en ese momento.
-Bebe, me encantaría, pero no puedo…-
-¿Cómo que no puedes? ¿Qué diablos estás haciendo para no poder venir a acompañarme?- mi tono de voz aumento mostrando mi enfado.
-Estoy…cuidando a mis hermanas y… no puedo dejarlas solas… mama me mataría.-
Del otro lado de la línea escuche un par de gritos masculinos que conocía perfectamente.
-¿Estas con Zayn y Liam, verdad?- inquirí tratando de no llevar mi furia al extremo. No respondió nada, tan solo escuchaba el ruido del televisor a lo lejos –Louis William Tomlinson, respóndeme, ¡Ahora!- grite.
-Sí, si estoy con ellos- respondió con algo de arrepentimiento en su voz, bufe. –Lo siento bebé, les prometí que por nada del mundo faltaría esta noche a ver el partido y…
-¿Y tenias la necesidad de mentirme?- la furia estaba creciendo en mi, de una forma progresivamente alarmante.
-No, no, joder, Demi, yo no quería mentirte- hablo rápidamente y con arrepentimiento mi castaño novio al otro lado de la línea –Solo que sabía que te enfadarías y… joder… no quiero eso, además creí que no harás nada hoy, pero si quieres cancelo con los chicos y…