4 Sep 2021

11 2 4
                                    

1:27 p.m.

Hola diario, único lugar para contar mis pesares porque no siento la suficiente confianza con alguien para contárselo y aconsejarme.

No sé si después de desahogarme contigo logre bajar mi nivel de ansiedad, pero toda la tarde de ayer a sido un golpe duro para mí otra vez. Cada vez me queda más claro que soy un inútil que será incapaz de sobrellevar una vida estable como adulto en la sociedad, no me puedo adaptar a ella... O por lo menos no ante mi padre.

Odio no ser capaz de cumplir bien los encargos; si fuera un robot, sería al que después de comprar devolverían a la tienda por fallas.

Por qué cuando creó que estoy haciendo bien las cosas siempre resulta estar terriblemente mal, que por una cosa pequeña, la cagué.

Hace unas semanas, diario, estuve pensando otra vez que debería morir, y aunque ya llevaba unos 2 días sin pensar el eso, la situación de ayer no más que agregar otra razón a porque deseo desaparecer.

Ayer estuve con la garganta seca, el pecho oprimido, el estomago haciendo ruido, con ganas de vomitar y unas enormes ganas de echarme a llorar. Pero, ¿sabes? No vomite ni llore porque sentía que no me debía el lujo de hacerlo, que tenía que aguantarlo a como diera lugar. Durante la cena, mientras probaba bocado de mi comida quería vomitar, igualmente paso en el desayuno de hoy, quería llorar cuando me desperté esta mañana, pero no lo hice siempre que sentía que estas iban a salir me las tragaba por más que los malos pensamientos no me abandonasen.

No quiero seguir, pero no puedo hacerlo ahora, porque dejaría a mucha gente que me quiere y apoya muy dolida, por eso planeo aguantar hasta que haya echo lo que sea necesario para compensar a estas personas, porque son mejores personas de lo que yo alguna vez seré, porque me odio más a mí mismo por ser imbécil, estúpido, flojo, retrasado, ignorante, despistado, egoísta y demás adjetivos que se les parezcan.

No puedo hacer nada que entretenía sin que el sentimiento de culpa me invada al instante, simplemente no puedo concentrarme en mis actividades sin pensar en los futuros problemas que me creará el descuido que cometí.

Me odio.

Me odio tanto.

Espero que esto que acabo de escribir me haya ayudado siquiera un poco. Gracias por siempre estar ahí querido diario.

El Diario de DIS - Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora