Tercera parte de Sebas x Sylver en la ducha +18

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Sylver: ¿Cómo?
Sebas: ¿Cómo lo sé? Eso era muy fácil de adivinar, apuesto que tus amigas también lo intuían
Sylver: No -tartamudeo sonrojándose-  ¿Cómo llegaste aquí?
Sebas: Entre por la puerta, como lo hace todo el mundo -señaló la puerta con obviedad-

Sebas no dejaba de sonreír en todo momento, ella sabía que el lugar estaba vacío. Al menos eso pensaba, hasta que lo vió ahí a su lado.

Sebas: Entonces Caramelito que...

Un ruido de las puertas abiertas y pasos le interrumpieron, alguien había entrado a las duchas. Por suerte Sebas reaccionó a tiempo y cerró la puerta de la ducha donde se encontraban.

Aunque el espacio era muy pequeño para los dos, que era casi imposible estar muy lejos del otro.

Fue aquí cuando estaban en el presente en aquella situación.

Sylver había quedado contra la pared, teniendo a Sebas frente a ella, a escasos centímetros de distancia. Sus manos de él apoyadas a cada lado de ella.

Su rostro de él cerca de su cuello, que podía sentir su cálido aliento chocar contra su piel, cada vez que respiraba.

Sebas: -susurrando- Caramelito, no vayas a hacer ruido o nos van a descubrir

Habló tan bajo para que sólo ella le pudiera escuchar, pues el eco en el lugar, no ayudaría para que pasaran tan desapercibidos. Se escuchó como el agua corría en la otra ducha.

Antes de darle tiempo a responder o reaccionar a Sylver. Sebas giró las llaves y ambos eran mojados por el agua. Que para fortuna estaba a buena temperatura.

Sebas aprovechando la cercanía y el momento, comenzó a besar el cuello de Sylver. Aventuró sus manos para acariciarla debajo de su ropa, dando una sensual mordida.

Se le escapó un gemido a Sylver, que hizo eco pese al sonido del agua.

La persona que había entrado al lugar, se metió justo en la ducha de al lado. Sylver mordió sus labios y cerró sus ojos, pensó ¿por qué justo al lado habiendo otras?.

???: ¿Sebastian eres tú?

Se escuchó el eco de una voz masculina, proveniente de al lado. Sebas iba lentamente besando y recorriendo el cuello de Sylver sin cortarse.

Sylver: -se mordía sus labios- (¿Pero qué haces? ¿No ves que nos van a descubrir?)
Sebas: Sí, soy yo Zac... -le contestó a Sylver- (Por eso te dije que no hicieras ruido Caramelito, aunque he de admitir que suenas muy linda)

Le había preguntado mentalmente Sylver y obtuvo su respuesta de igual forma, quedó atónita con el nombre que escuchó. Espera... ¿Cómo que Zac? ¡¿Zac estaba justo al lado duchandose?!.

Zac: Creí que ya te habías duchado -dijo serio-
Sebas: Es que me había olvidado mi jabón
Zac: No quiero escucharte hacer ruidos extraños, al menos no en mi presencia...
Sebas: Es porque me gustó el sabor de un Caramelo que me comí...
Zac: No me des los detalles -le interrumpió-

Decía Zac incómodo pensando que quien sabe que estaría haciendo Sebas a su lado, porque era evidente que había escuchado ese gemido.

Cuando dijo lo del Caramelo, era evidente la referencia a Sylver entre sus brazos. Un Caramelito que sin duda alguna disfrutaba.

Mientras tanto, Sebas iba despojando de sus prendas a Sylver, acariciaba su tersa piel, sus curvas. Se tomaba su tiempo en disfrutar del momento, tocando su piel desnuda. No perdía oportunidad de besarla y tocarla. Descendía entre besos a su pecho, deslizando su mano entre sus piernas.

Sylver escuchó en su mente a Sebas, mientras mordía sus labios y procuraba estar en silencio. Aferraba sus manos en él, para sujetarse.

Sebas: (Ya escuchaste a Zac, no hay que hacer tanto ruido Caramelito)

Sylver sentía como su cuerpo se calentaba y derretía por él. Hasta pensaba que era a propósito sus mimos y caricias, era demasiado placer. Que era casi imposible estar en silencio.

Sebas y Sylver en la ducha 7w7 +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora