Quinta parte de Sebas x Sylver en la ducha +18

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Continuaron con lo suyo hasta que esa sensación de éxtasis y placer invadía sus cuerpos.

Sebas pasó su mano por sus cabellos, echando su cabello hacia atrás para poder admirarla. Sylver lo abrazaba en lo que se iba recuperando y sus manos se encontraban descansando poco más abajo de su espalda baja.

Sylver: (¡Dios le estoy tocando el culo!)

Casi se carcajea Sebas del pensamiento de Sylver.

Sebas: (Me lo has tocado en más de una ocasión, además de otras cosas, como para avergonzarte ahora. Es más, no deberías avergonzarte, sino disfrutar el momento)

Sebas alzó el mentón de Sylver y le dió un beso corto. Al final le propuso ducharse juntos, se ayudaron a asearse.

Mientras lo hacían, Sebas era juguetón con ella. Tocando por aquí, por allá, más de lo necesario.

Una vez terminado se preguntaban ¿Cómo harían para salir sin encontrarse a nadie o a Zac?. Pero parecía que él ya se había marchado, excepto que se escuchaba el agua correr del otro lado.

Por lo que supondría que seguía en la ducha. Habría que aprovechar el momento para salir. Y había otro problema, Sylver no llevaba un cambio de ropa.

Los dormitorios estaban más lejos para ir por su ropa. Tampoco quería quedarse escondida en las duchas a esperar por un cambio de ropa.

Sebas tomó la mano de Sylver para salir e ir a los vestidores. Pero ella se detuvo antes de avanzar.

Sylver: (¡¿Estás loco?! ¿Cómo haremos para salir sin que nos vean así?)
Sebas: (Confía, es el mejor momento para salir, si no quieres que nos atrapen)

Tiró de ella para salir desnudos, dejando la ropa de Sylver detrás. La llevó a una taquilla y comenzó a hablar en voz baja.

Sebas: Afortunadamente hay más toallas y tenía previsto unas cosas
Sylver: Pero no puedo dejar mi ropa ahí
Sebas: Tranquila Caramelito, yo me encargo

La envolvió con una toalla, tomó su muñeca izquierda para darle un beso, donde le había dejado el Caramelito hace tiempo.

De hecho se veía el dibujo despintado y es que Sylver, cuando se estaba desvaneciendo lo volvió a dibujar. Excepto que no consideraba que Sebas fuera a ver que lo había hecho.

Sebas: -señaló ropa suya- Tengo ropa para que te vistas, aunque si quieres salir así, a mi no me disgusta -le dijo bromeando, recorriendola con su mirada-

Sebas se cubrió con una toalla enrollada en su cintura, tomó una bolsa y regresó a las duchas.

Se apresuró a secarse Sylver, tomó un bóxer, unos pantalones y una sudadera para vestirse.

Al regresar Sebas, le entregó una bolsa con su ropa a Sylver, venía menos mojada de lo que pensaba.

Sebas se secó y se vistió con unos pantalones y una camisa. Se estaba recogiendo el cabello, cuando sacó otra liga y le recogió el cabello a Sylver en una coleta.

Salieron del lugar con sus cosas, él como un caballero le ayudó a cargar su bolsa con su ropa. Y con la mano libre, sujetó su mano para caminar juntos a la habitación de ella.

En el camino notaba como había miradas hacia ellos, por otros miembros de Umbra. Sebas saludaba natural sin soltar su mano, quizás era por eso que los miraban.

Sebas: Bueno Caramelito, te dejó que te cambies de ropa. Si no puedes dormir, me llamas a cualquier hora -guiñó un ojo-

Le entregó sus pertenencias, despidiéndose con un beso y se acercó a susurrarle en su oreja.

Sebas: Por cierto, te dejé un pequeño recuerdo, te merecías un castigo por evitar a tu dulce senpai





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