Tengo tantas ganas de llorar y de dejar salir todos estos sentimientos que he reprimido por largos años.
Estoy cansada de escuchar, de ver, de sentir.
Pero también estoy cansada no hacerlo por cuenta propia.
Ha día de hoy nose como pase de mi mejor época de la vida, jugando y riendo junto con todas aquellas sonrisas que me prometían amistades sinceras, a llegar a esta noche siendo consumida por una agonía silenciosa que poco a poco a ido devorando los restos de aquella luz infantil que está dentro de mi.
Debería estar terminado mi deberes pero realmente no puedo concentrarme en nada más que mis propios lamentos.Dos años encerrada.
Dos años perdidos de lo que se supone son la época dorada de la juventud.
Debí haber tomado más alcohol cuando pude.
Debí haber fumado cuando tuve la oportunidad.
Debí haber besado más labios cuando el único peligro era un corazón roto.
Debí haber abrazado a mi familia cuando aún estaba unida.
Solo tal vez, el futuro sea distinto y la próxima autora de estas memorias se sienta mejor con su vida, o tal vez nada cambie.
Me preguntó si es mejor sentir al límite o no sentir absolutamente nada?