Tras la gran contaminación y distintas pandemias que azotaron a la población, la gente mas importante del mundo construyó una ciudad solo para ellos, abandonando al resto de la población, desarrollaron robots y androides para vivir tranquilamente.
...
El día de la misión había llegado. Me encontraba en la sala de operaciones repasando los últimos detalles con Frank, el cual era el único del distrito que sabía que la misión iba a llevarse a cabo.
—¿Ya te memorizaste la localización de las cámaras y el código del cajón donde están los documentos?— Él se escuchaba tranquilo, parece que tenía confianza en que saldría bien. Asentí dándole un vistazo rápido a las anotaciones. —No puedes llevarte el papel o sospecharán, solo hazle una foto y sal de allí lo más rápido posible o puedes acabar en problemas.— Terminó la conversación dándome una palmada en la espalda y acercándome una máscara que había en la pared, así en el caso de que me viese alguna cámara no me reconocería. Me deseó suerte y me dirigí a la casa del político que tenía los documentos en mi moto.
Una vez allí me aseguré con un sensor de calor que no hubiese ningún humano en la casa, y me adentré en ella esquivando las cámaras del exterior y colándome por la ventana del que parecía ser él bebe de la familia. Di un vistazo rápido a la habitación y entré al pasillo, tenía que llegar a la cuarta planta, ya que en la buhardilla se encontraba la oficina que buscaba. Me coloqué la máscara porque no me quedaba de otra que pasar por delante de algunas cámaras, ahora comenzaba la carrera por encontrar los documentos antes de que los guardias y el político llegasen a casa y me atrapasen. Corrí por los pasillos, subía las escaleras de 3 de 3, llegué a la puerta de la oficina y tenía un sensor de huellas dactilares, le clavé un cuchillo destrozándolo y abrí el aparato cambiando los cables para que se abriese la puerta, me dirigí al cajón colocando el código y buscando los documentos que necesitaba. Agarro el documento y le hice varias fotos para asegurarme, cuando iba a guardarlo noté que la siguiente carpeta era especial al ser totalmente negra y sin título. La abrí y le eché un vistazo, al parecer además de traicionar a la ciudad y a sus colegas, también había estado haciendo experimentos ilegales junto a gran grupo de científicos y gente adinerada. Le doy un vistazo para enterarme de que trataban los experimentos y mi estómago se revuelve por lo que leo: habían usado a niños vivos como conejillos de indias y le modificaban el cerebro para borrarles los recuerdos e intentar manipularlos. Algunos niños eran los propios hijos de los miembros del experimento, otros eran huérfanos recogidos de orfanatos y otros eran niños que trajeron a la ciudad de Roboticras bajo la promesa de darles una buena vida, mientras abandonaban a los padres para que muriesen en el exterior. Eran aproximadamente 50 experimentos los que habían llevado a cabo, la mayoría de ellos terminaban con la misma frase: "sobrecalentamiento del sistema, el niño no resistió." Pero el N.º 38 no tenía esa frase, en verdad esa ficha se encontraba casi vacía, ahí me fijé en el nombre del niño... Evelyn
Se le borraron los recuerdos y ahora vive como un miembro normal de la sociedad, es el mejor soldado en nuestras filas y seguiremos usándolo hasta que no resista más su cuerpo.
Me dolía la cabeza, estaba confusa... ¿Era real lo que estaba leyendo?—Yo... ¿Soy humana?— Hablé para mí misma, en ese momento escuché la puerta de la casa abrirse y una gran cantidad de pasos venir hacia mi dirección, guardé todo y corrí hacia la ventana lanzándome por ella y huyendo.
Estaba tumbada en mi cama, luego de deshacerme de la máscara y de la ropa que había usado. Me seguía doliendo la cabeza, todo era demasiado raro, nada en mi vida parecía real ahora, las imágenes y escenas que había estado teniendo resultaron ser recuerdos de mi pasado que habían borrado de mi cabeza, pero si era cierto, ¿Por qué estaban regresando ahora? No sabía con quién hablarle sobre esto, el laboratorio parecía no ser de confianza, seguramente eran ellos los que me hicieron pensar que era un androide, así que lo mejor sería no ir allí a menos que sea estrictamente necesario. Tampoco tenía amigos con los que hablar de mis problemas o dudas, había vivido recibiendo odio y envidia por ser algo que realmente no era, y con el escuadrón solo teníamos una relación de compañeros de trabajo, fuera de ahí nadie quería saber nada de mí, excepto Frank... Es cierto, Frank estos días había estado hablando bastante conmigo, aunque a veces parecía que se burlaba de mí, pero al menos me hablaba. Me acordé también de la conversación que tuvimos en el bosque, él ya dudaba de que yo no fuese realmente un androide y me trataba como a un humano más. No dudé más y le mandé un mensaje pidiéndole encontrarnos mañana por la noche en el bosque para hablar en privado sobre algo raro que vi en la misión. Quería confiar en que al menos Frank se pusiese de mi lado y me ayudase. Luego de eso caí rendida en la cama, estaba demasiado cansada mentalmente de todo lo que estaba pasando conmigo.