Carta 5

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Cada vez que intento recordar un pasaje perfecto, aparece ella en evocaciones que como el cristal se fragmentan en múltiples e inmensos pedazos de hiriente felicidad que provocan el triple de daño en sonrisas de aquel que la sueña.

Desearía supieras lo mucho que me haces ansiar sin intención de apetecer tus pasiones pues de ti lo que me colma es el hacer reconcomios en mí. Por esto y con brusquedad, te culpo por hacer secretar la inagotable escena pasional en la que por fin logré enamorarte con una frase típica y plagiada que a tus oídos sonó única e irrepetible.


Cartas a dos destinatarios en tiempos cercanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora