Capítulo 4

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Buscaba con desesperación a Nero, no podía creer que me había quedado dormido al cuidado de un bebé.

A lo lejos escucho el ruido de unos llantos y sin dudarlo me dirijo a donde provenían el sonido, mientras hiba en camino a donde se escuchaba el niño mi mente pensaba que talvez la mejor manera era dejarlo a su suerte y yo seguir con la búsqueda de poder pero.....¿eso es realmente lo que yo quiero?. Estaba solo en este mundo mis padres, mi hermano y nisiquiera ella ya estaban conmigo, lo único que me queda es ese pequeño que pertenece a mi sangre y  que aun es un misterio para mí, era una estúpida idea pensar en poder abandonarlo a su suerte.

Los llantos desesperados de mi hijo se escuchaban más cercas y mi furia era más grande, el sonido me atrajo a uno de los callejones y sin dudarlo entre en el. Detuve mis pasos al ver dos demonio gigantes sosteniendo a mi bebé sin ningún cuidado, era más que claro que la sangre me hervía y matarlos no sería un problema,pero algo me detuvo cuando uno de ellos hablo

__: Es este niño?

__:Si, Mundus mencionó que era un bebe de cabello blanco y ojos azules.

Ambos demonio veían con atención a Nero mientras que uno de ellos  intentó abrirle los ojos acto a ello lo lastimó y comenzó a llorar con más fuerza.

No logré ver más como ambos tomaban y lastimaba a mi hijo, sin buscar más repuestas los asesine antes de que ambos lo notarán.

Agarre a Nero con un brazo mientras que con el otro guardaba mi katana, al tomarlo en brazos dejó de llorar y me tomó fuertemente con su manitas mi gabardina mientras que su rostro lo ocultaba en mi pecho

Vergil:Tranquilo Nero, ya te encontré.

Acarisie con suavidad su cabello blanco y miraba con ternura mi hijo. Ambos tomamos rumbo a donde había dejado sus cosas  para descansar mientras que yo pensaba en lo que había mencionado el otro demonio.

¿Mundus? Quien carajos es y porque está buscando a Nero? Como sabe de su existencia?Mil preguntas surgían de mis pensamientos mientras volvía. Al llegar ahí prepare un biberon y lo calenté con mis manos de demonio, así mismo se lo entregue para alimentarlo, los libros sobre niños y bebés si fueron útiles de leer.

Pocas horas después Nero despertó con mucha inquietud pues su frente hervia y sus cachetes se tornaban rojo, eso no me estaba gustando.

Preocupado más por todo lo que pase esa noche tome sus cosas mientras me movía de un lado a otro intentando calmar su llanto, debía ir a un doctor pero ¿a cual? ¿Un doctor normal podría ver a un niño mitad demonio? ¿Y si talvez lo que tiene Nero no es una enfermedad humana? Preguntas y más preguntas seguían apareciendo en mi mente hasta que recorde quién me podría ayudar.

Sabía que no existía nadie más que supiera como hacerlo o que almenos yo conociera, pero.....algo era seguro.....me odia.

Mire a Nero que había dejado de llorar pero su rostro permanecía rojo.

Vergil:Mierda!

Camine rumbo hacia Fortuna de nuevo.

Gracias por leer, los amo💜🌺💜

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