Sweet Little Creatures [L.S] (Trilogía SLC I) [M.Preg]

¿Hay algo que no hagas bien?

Louis no paraba de dar vueltas en su cama tras revivir el contacto entre su mano y la de Harry, ese que él provocó intencionalmente y decidió no arruinar quitándola, sino que la mantuvo encima de Harry.

El recuerdo le era tan vivo, que podía volver a sentir esa paz y calma en él cuando lo sostuvo, esa, y la primera vez, esa que Harry lo tomó para tranquilizarlo y no lo soltó hasta que se tuvo que ir, esa misma sensación de estar bien, feliz, tranquilo, querido y... seguro.

No era mentira que cuando Sofía lo abandonó tuvo fuertes pensamientos y miedos de una relación nueva y que sucediera lo mismo que con ella. Ya sea que alguien no quisiera estar con él por tener un hijo, o que decidiera ser su pareja y al saber todo lo que implicaba estar con alguien más a su cuidado, lo terminarían abandonando... mucho tiempo lo vivió con ese miedo. Por suerte lo superó, o al menos pudo quitar la mayor parte de ese miedo.

Pero, estando con Harry todo cree que todo ese miedo se esfuma, con él se sentía completamente en confianza como para poder dejarse llevar, tal como le han dicho todos a su alrededor.

—¿Qué me hiciste Harry? ¿qué es lo que me has hecho chico de los ojos verdes más bello que haya visto?— suspiró y sonrió.

Se puso de pie, fue a la habitación de Thommas con cuidado de no hacer ruido y despertarlo. Desde que Thommy era un pequeño bebito, Louis tomó la costumbre ir a verlo cuando no pudiera conciliar el sueño. Adoraba verlo dormir, tan tranquilo, con esa sonrisita tan linda.

Mágicamente, eso le servía para poder dormir y conciliar el sueño.

Abrió la puerta lentamente. Se quedó de pie en el marco de la  puerta por unos minutos.

—¿Papi?

Maldijo en sus adentros por haberlo despertado y arruinar su sueño que valía millones para un pequeñito de su edad.

—¿Te desperté mi vida? Lo siento.— se acercó a su camita.

—Noup.

—¿No estabas dormido?— frunció su ceño.

—Noup, despierto.

—Entonces ya es hora de dormir para ti, pequeño vampirito.— picó su estómago. —Ya es muy tarde para que sigas despierto.

—Dormir contigo.— hizo un puchero.

—¿Quieres dormir conmigo otra vez?

—Sip, otra.— volvió a sonreír.

Louis no podía negarse a él. Sabía que probablemente estaría haciendo mal al acceder, pero... después llegaría el momento en que su pequeño no quisiera dormir con él otra vez y estaría lamentándose por haberse negado anteriormente.

—Vamos a dormir a mi habitación.

Thommas se quitó las sábanas de encima de inmediato y tomó a su conejita de peluche. Louis lo cargó y lo llevó con él a su respectiva habitación, haciéndole cosquillitas y caritas graciosas.

—Te amo, mi vida.

—Yo a ti, papi.— besó su mejilla, y acurrucó su cabecita en su hombro.