Todo a mi alrededor se estaba oscureciendo, empezaba a tener frío y mi cuerpo cada vez se sentía más pesado
¡¿QUE CREES QUE HACÉS?! -logre escuchar a alguien a lo lejos....o talvez estaba más cerca de lo que imaginaba pero yo lo escuchaba demaciado distante-
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Narra Auron
Estaba caminando por el bosque, tenía que estar un momento solo para poder ordenar todos mis pensamientos
¿Que hace ese loco? -sali de mis pensamientos cuando ví a un híbrido de oso lleno de sangre-
Pensé en darme vuelta, talvez solo estaba cazando algunos animales para comer pero al ver la cara de aquel chico en el suelo....
¡¿QUE CREES QUE HACÉS?! -rapidamente tomé una piedra y noque a ese maldito asesino-
Rubius: ¿Pero que.....-dijo antes de caer inconsciente al piso-
¡Dios mío! -me acerque al cuerpo de aquel pelinegro- aún respira -murmure aliviado-
Con algo de mi ropa intenté parar el sangrado de las heridas pero sobretodo en el cuello, cómo puede lo cargue y empecé a caminar lo más rápido que podía para salir de éste maldito lugar
Narra la escritora
Aquél tritón trataba con todas sus fuerzas llegar al pueblo, pero la noche caía y el caminó cada vez era más difícil de ver entre más caía la noche
Auron: Por aguanta -dijo cansado- pronto llegaremos, por favor no te rindas
Los ojos del azabache poco a poco se hiba cerrando y su respiración era cada vez más ligera y entre cortada como los latidos de su corazón eran mucho más pausados a cada minuto que pasaba
Auron: ¡ALGUIEN! ¡QUIEN SEA, POR AYUDA! -grito desesperado-
Sabía que el de ojos amatistas no aguantaría al menos dos horas más si no llegaba al pueblo por ayuda
¡Vegetta! ¡Vegetta ¿Donde estás?! -se escucho a lo lejos, como si fuera un pequeño rayo de esperanza -
Auron: ¡ACÁ POR FAVOR! ¡NECESITO AYUDA! -volvio a gritar -
Narra Luzu
Estaba con los demás buscando a Vegetta, no sabía muy bien que había pasado pero solo me contaron que había ido al bosque y ya no lo volvieron a ver, sin embargo un tal Rubius también entro al bosque pero hiba actuando de manera demaciado extraña.
