Una obsesión y un corazón herido

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Narra la escritora

El híbrido de oso no dejaba de llorar, su corazón no aceptaba que había perdido el amor de su vida por una simple aventura, estaba destruido y en su corazón solo había un vacío profundo

Rubius: Pero el príncipe no puede llevarcelo -susurro- necestiaban UNA REINA NO OTRO REY

Los pensamientos negativos y planes para evitar la unión del peliengro con ese tritón empezaron a inundar su mente, cada pensamiento y plan más detallado y sangriento que el otro.

Rubius: Oh mi lindo Vegettita~ muy pronto estaremos juntos otra vez y está vez no te irás de mí lado -se colocó la máscara que se ponía en la noche para atormentar el pueblo de Karmaland-

Rubius: Oh mi lindo Vegettita~ muy pronto estaremos juntos otra vez y está vez no te irás de mí lado -se colocó la máscara que se ponía en la noche para atormentar el pueblo de Karmaland-

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Mientras tanto en la playa del pueblo

Un tritón estaba llorando en las rocas de la playa con el corazón más destrozado que nunca, sabiendo que era su culpa de que todo ésto estuviera pasando pero una parte de él quería que ésto fuera una simple pesadilla y que cuando habrá sus ojos el oji azul lo estuviera abrazando mientras que estában acostados en su cama....... Aunque eso no pasaría jamás no puede reparar lo que ya está hecho así que solo le toca afrontar las consecuencias pero sí al menos su amado era feliz con otra persona que no fuera él; lo haceptaría sin importar que sienta que su mundo está abajo junto con su corazón y alma hechas añicos.

Auron: Tengo que dejarte ir -murmuro con una voz quebrada- por los dioses ¿Porque cometí ese herror? -dijo para volver a romper en llanto-

El viento era frío y salado, las olas del mar chocaban contra las rocas la maera, luciérnagas al igual que las estrellas estában alumbrando esa fría y obscura noche los grillos cantaban a la par de las olas, aunque era un bonito espectáculo simplemente bello de admirar tenía una atmósfera triste como si la luna que ya estaba en la parte más alta del cielo quisiera consolar al tritón que lloraba sin consuelo alguno en ese momento.

El viento era frío y salado, las olas del mar chocaban contra las rocas la maera, luciérnagas al igual que las estrellas estában alumbrando esa fría y obscura noche los grillos cantaban a la par de las olas, aunque era un bonito espectáculo simple...

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Déjemos que él tritón se desahogue en paz y vayamos al pueblo

Las calles y callejones de aquél pueblo que siempre estába llenó de alegría ahora estaba tranquilo y las luciérnagas estában alumbrando junto a las farolas de las calles y centro del pueblo. Los guardias estában haciendo los rondines por la zona que les tocaba todo estába muy tranquilo algo que estaban agradeciendo ya que ahora tenían más peso encima ya que ahora estaba el príncipe de Atlántida en el pueblo, tuvieron que triplicar la seguridad y éso significa más horas de trabajo aún que les hiban a dar un bono por las horas extra de trabajo y su gran esfuerzo que estában haciendo por proteger el pueblo aunque más por proteger al príncipe que estaba de visita.

Sin embargó mientras los guardias hacían sus rondines estában hablando sobre el rumor que surgió ya que uno de los niños del pueblo asegura ver visto al príncipe acortejando a un chico del pueblo.

Fin del capítulo.

Mi lindo humano (Luzugetta) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora