¿Podemos? [TaeSoo]

❦¿No podemos?❦

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—Negativo. Otra vez negativo.

—Oh...— murmuró Tae, yendo hacia donde estaba su esposa para arrullarla en sus cálidos brazos, sintiéndola temblar cual lágrima amenazante —. Hey, cariño, no te preocupes, quizá no era la fecha indicada. Tranquila, esperemos...

—Lo estamos intentando desde hace dos meses, TaeHyung— lo interrumpe, llorando bajito y pegada a su pecho, causando que su esposo dibuje una triste expresión. Realmente estaba asustada, porque después de intentarlo una y otra vez, aún no quedaba embarazada, y cada pequeña señal de que sí lo estaba, tan solo era solo una falsa alarma —, ¿qué hay de malo conmigo?, ¿por qué no puedo concebir?

—Quizá te he presionado mucho, escúchame cariño, ¿te sientes presionada por mí? ¿te sientes obligada a darme un hijo? Porque si es así, quiero que sepas que esto no depende de mí, tú eres lo más importante que tengo, así que eres mi prioridad.— explica el rubio, tomándola por las mejillas para limpiar suavemente sus tibias lágrimas.

—No... No es nada de lo que dices, yo de verdad...— solloza, de tal forma que hablar le causa dolor —. De verdad, también quiero tener bebés.

TaeHyung siente su corazoncito encogerse en mil penas al verla así, durante sus dos años y un poquito más de casados, nunca había visto a su bonita esposa de aquella forma, y aunque él le había enseñado a que llorar era bueno para no ahogarse en sentimientos negruzcos, esta es la primera vez que la ve demasiado afectada.

Y eso obviamente le lastima.

—Ya ya, está bien llorar Jichu, está bien...— calma con calidez, sintiendo como lentamente sus sollozos disminuyen —. Iremos con un ginecólogo para que vea qué pasa, encontraremos una solución.

JiSoo, al escucharlo, niega ferviente y esconde aún más su cabecita castaña en el pecho de su esposo, quien parpadea confundido.

—No me gusta ir allá, es como un hospital y me da miedo.

—Cariño, calma, eso nos...

—Iremos cuando yo lo crea necesario, ¿sí, TaeTae?— menciona nerviosa, aferrada a él cual niña pequeña después de haber tenido una hórrida pesadilla.

El chico suspira, no obstante, viendo como se encontraba su esposa, asiente con una sonrisa bonita, besando suavemente su párpado.

—Lo que digas, Jichu.

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JiSoo suelta nuevamente un suspiro tibio, aburrida en aquella mañana templada de primavera, donde no había ido a trabajar debido a un inconveniente en la escuela. Ya había pasado, aproximadamente, un mes desde que tuvo esa conversación con TaeHyung, en donde le había aconsejado ir a un ginecólogo para ver si existía un problema. Claro que ella se había negado, y no es porque no le gusten esos lugares, sino más bien por miedo a que un profesional le diga que ella no podía concebir.

JiSoo no lo soportaría, su osito quería hijos y ella también, por lo que no podría tolerar la mala noticia. Ah, sinceramente esos pensamientos la estaban torturando demasiado, así que, decidida, JiSoo toma algunas cosas de su sofá y sale a la calle.

Sola en su casa únicamente seguiría pensando en el tema del embarazo que aún no tenía, y no le gustaba.

Le hacía daño.

—¡Hey, Jichu!— la mujer se detiene al escuchar su nombre, después de unos minutos caminando, volteando curiosa para toparse con la carita dulce de Jimin.