C.

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—Y ese él eres tu, Chanhee.

Chanhee frunció el seño, ¿Había escuchado bien? ¿Eric le dijo que ese era él?

—¿Qué? —preguntó incrédulo. —¿Para mi? ¿Por qué?

—Tal vez haya mirado una de tus fotos cuando usaste falda.

—¿¡Eh!? —dijo con un tono de voz más alto. Esperaba que esto no fuera una broma. —Si acaso te estas burlando...

—¡No es lo que parece! —Negó rotundamente. —No quería que te enteraras así yo- Me gustas, Chanhee. —dijo, el pelinegro lo miro todavía sin creerlo del todo.

—Es en serio, Chanhee. —Suspiró pesadamente antes de seguir hablando. —No lo sé simplemente- Pensé que podría quedarte bien. Realmente no había pensado en otra cosa más que no fuera eso porque me gustas demasiado y- —paró de hablar cuando la cara de Chanhee estaba llena de furia. —¿Sabes qué? Puedes simplemente olvidar esto. Sigamos con el trabajo. Ni siquiera se porqué la compré —dijo apenado, tomando la falda para guardarla.

Chanhee en ese momento pareció reaccionar y lo detuvo. Estaba algo molesto por escuchar a Eric decir que había visto sus cosas, pero después de procesarlo y pensarlo bien llegó a entenderlo, solo un poco. Además, él también había estado husmeando en su cuarto.

Y por último, le gustaba a Eric.

A Eric, al ruidoso y bromista estudiante que no soportaba. Esa parte lo había dejado en shock.

—¿Me imaginaste usando esto? —preguntó ciertamente divertido. Eric asintió rojo de vergüenza.

—Eres un pervertido ¿Lo sabías no? —preguntó de nuevo. Eric solo se limitó a asentir. Chanhee suspiró internamente, comprendiendo más al chico. Era solo otro adolescente con las hormonas alteradas después de todo.

—Pero está bien. Lo haré. —esta vez fue el turno de Eric de sorprenderse.

—¿Qué?

—Dijiste que no habías pensado en otra cosa más que esto asi qué, —suspiró nervioso por lo que estaba por hacer. —¡terminemos con esto! —dijo.

Entró al baño para cambiarse dejando a un Eric congelado en su lugar, demasiado atónito para si queria decir "ah".

Chanhee en el baño se cambió y luego se miró al espejo. Le quedaba bien, de hecho, era de su talle. No era de usar mucho rosa pero le gustó este.

Salió del baño y en ese momento hasta pudo haber escuchado el sonido de la mandibula de Eric cayendo contra el suelo.

El pelirrojo lo estaba mirando con los ojos abiertos y brillando mientras que tenía su boca abierta, por un momento pensó que la mandibula se le caería de verdad.

Chanhee empezaba a ponerse algo tímido, ni siquiera supo de donde sacó el coraje para decir que usaría la falda, se le hizo graciosa la expresión en el rostro de Eric, si... Pero ahora se sentia expuesto.

Eric simplemente no podía creer lo que veía. Chanhee estaba usando falda, la falda que él le compró. Era mejor de las veces que lo imaginó. Ahora podía ver el contraste de su piel con el rosa de la falda, y ¡su cintura! ¿era así de pequeña? Agradecía que hoy Chanhee haya elegido llevar una camisa blanca.

—Te ves hermoso, hyung. —no supo porqué pero, que Eric haya optado por decirle "hyung" en ese momento cuando nunca lo había hecho, le calentó un poco el corazón.

—Gracias...

—¿Puedo? —preguntó Eric extendiendo su mano hacia la falda. Chanhee dudó por un momento, pero asintió, ya qué.

Eric comenzó a tocar la tela, de alguna extraña forma se sentía mejor sobre los muslos de Chanhee.

—¡Ay por favor Eric! —lo oyó gritar al más alto. Levantó su mirada hacia él solo para ver que apuntaba a su... Bueno, ahí abajo.
El rostro de Eric se puso rojo por completo, ahora quedaba con el rojo de su cabello.

—¡Solo... controla a tu amigo!

—¡Está bien! ¡Lo siento, lo siento! —se disculpó tan arrepentido como pudo tapando su bulto. Se había desconectado tanto de sus impulsos a tal punto de que se había olvidado que su cuerpo, respecto a Chanhee, tenía vida propia.

Chanhee volvió a llevar su vista ahí abajo. A decir verdad tampoco esperaba que Eric se calme así como así. Seguro luego se arrepentiría de lo que estaba por proponer, pero se motivaba con saber el tipo de reacción que obtendría del más bajo.

—S-si quieres —hizo una pausa corta antes de seguir. —Si quieres puedo ayudarte. —terminó de decir la oración con una tímida sonrisa, llevó su mano hacia la entrepierna de Eric y apretó ligeramente.

Lo siguiente que escuchó fue un ruido sordo de algo cayendo al piso. Oh dios, ¿qué había hecho?

La falda [nyuric]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora