La falda [nyuric]

A.

Los dos adolescentes se dirigían hacia la casa del más alto. Los habían asignado para una tarea en pareja, por lo que decidieron que cuánto más temprano vieran qué hacer, más temprano terminarían.

Además de que no es como si a Chanhee le agradara Eric. Así que si terminaban temprano, también significaba que se lo quitaría de encima cuanto antes.

El chico era un tanto demasiado ruidoso para su gusto. Sin olvidar el hecho de que era un maleducado la mayor parte del tiempo, un bromista y un holgazán, realmente esperaba que no terminara haciendo todo el trabajo por su cuenta.

Luego de una larga e incómoda caminata llegaron a la casa de Chanhee.

Estuvieron un tiempo sin que ninguno dijera nada, ni siquiera Eric que solía hablar sin escrúpulos decía nada. Algo un poco desconcertante para Chanhee.

—¿Quieres... quieres algo de beber? —preguntó Chanhee, al menos trataría de ser cortés con él.

—Ah, jugo está bien.

Chanhee asintió y fue a servir la bebida para ambos.

—Ven, será mejor si subimos a mi habitación. Será más tranquilo ahí. —le dijo. Eric asintió y caminó detrás de él en las escaleras hasta su cuarto.

Chanhee le señaló la cama para que tomara asiento y él así lo hizo. No hablaron nada más que para decidir el tema que expondrán. Historia no era una de sus materias favoritas así que eso lo hacía aún más difícil.

—Pienso que deberíamos hacer este. —dijo Eric señalando el tema que hablaba sobre la etapa de la dinastía. No le pareció mala idea. —No quiero el de la etapa de guerra, la mayoría va a ir por ese. —terminó por decir. Chanhee asintió estando de acuerdo, bueno, casi iba a elegir ese también, era algo de lo que más hablaban en clase así que podría hacer todo más fácil. Pero ese era un buen punto.

Luego de media hora de la que solo estuvieron leyendo sus libros o consultando cosas, el timbre de la puerta sonó y Chanhee tuvo que bajar a ver de quien se trataba.

Cuando salió de la habitación y dejó solo a Eric, el más bajo soltó un largo suspiro que se había estado guardando todo este tiempo.

Consideraba una vil tortura tener que estar así de cerca de Chanhee, en su habitación, ellos dos solos.

Al escuchar que su profesor de historia lo había asignado como su pareja de trabajo casi se atraganta con su propia saliva. Jamás había entablado una conversación decente con Chanhee, y cada vez que intentaba llamar su atención con bromas el otro solo parecía odiarlo cada vez más. Porque si, a Eric le gustaba Chanhee.

Amaba tanto la historia, su profesor le parecía hasta agradable y siempre entragaba sus tareas a tiempo, pero ¿qué hizo el tipo? Lo puso con su enamoramiento al que apenas y hablaba.

Todo este tiempo con Chanhee no sabía qué decir. Y eso que Eric se consideraba así mismo una persona bastante extrovertida, alguien que sacaba temas de conversación de lo que fuera, pero con Chanhee ni eso. Podía sentir su labio inferior temblar cuando le respondía, o peor aún esa marea en su estómago cada vez que Chanhee tenía esa manía de cada cinco minutos peinarse el cabello. Le sorprendía no haber saltado por la ventana ahora mismo.

Trató de calmarse mientras caminaba al rededor de la habitación, muy inquieto como para quedarse sentado.

Un pensamiento llegó a su mente y realmente quiso golpearse a si mismo por eso. "Estás en la habitación de la persona que te gusta ¿no vas a hacer nada?".

"No" dijo como si estuviera discutiendo consigo mismo. Se asomó por la ventana que daba a la calle, ese extraño todavía estaba allí hablando con Chanhee. Y si...

Tal vez solo podría mirar un poco las cosas de Chanhee, por curiosidad. Quería conocer más acerca de Chanhee también, el otro no era el más sociable de su clase y no sabía mucho de él.

Comenzó a admirar más a su alrededor, cuando entró ya había admitido que la habitación de Chanhee era bonita, unos que otros bonitos adornos por el lugar y en su escritorio. Tenía una repisa con álbumes de sus artistas favoritos y algunos libros.

Abrió algunos cajones, no había más que lápices y anotadores. Abrió otro y se detuvo cuando vio fotos.

Eran fotos de Chanhee cuando era pequeño, de la escuela primaria tal vez, le dio ternura. Más atrás en el cajón habia otra suelta, estiró su mano y la tomó. Cuando la vio se detuvo en seco.

Era una foto de Chanhee en falda, más específico una falda negra, tal vez estaba jugando con ella, no supo bien, pero ya no pudo detener su imaginación y pensar en lo bien que parecía sentarle y de cómo se vería si ahora se pusiese una. Lo hermoso que estaría con una falda rosa, y si, rosa porque es un color más divertido (además de su favorito), pero claro, Chanhee podría ponerse una bolsa de basura y Eric diría que se ve hermoso.

Ahora que lo pensaba mejor, nunca había visto al otro usar rosa, no que recuerde, eso lo haría mas interesante. El color rosa también haría resaltar lo pálido de su piel y, sus piernas... Mierda. Si no se detenía ahora mismo llevaría sus fantasias a un extremo del que solo pensarlo lo hacía sentir sucio. Malditas hormonas.

Antes de que Eric se siguiera regañando, escuchó unos pasos subir por las escaleras hacia la habitación. Guardó rápidamente las fotos y se sentó en su lugar, tan tranquilo que era imposible pensar que estuvo husmeando casi toda la habitación de Chanhee.

—Discúlpame, tardé un poco. —dijo el pelinegro cuando entró, Eric negó indicando que no se preocupara.

Se sentó junto a Eric y siguieron haciendo su trabajo, el pelirrojo cada tanto enviando miradas con disimulo hacía su dirección, o más bien desde sus labios a sus piernas.

Mas tarde, ya habían termiando una parte de su trabajo, Eric dijo que tenía una práctica por lo que debía irse antes.

Chanhee no se negó a que se fuera, después de todo, habían avanzado más de lo que esperaba. Eric al parecer trabajaba bien cuando quería. Si mal no recuerda lo oyó decir que historia era su materia favorita. Bien, podría admitir que no era tan malo trabajar junto a Eric.

🌸

Eric no sabía lo que estaba haciendo.

Luego de su práctica, camino a casa, se topó con una tienda de ropa y entró en ella directo hacia una prenda que le había llamado la atención.

En todo su entrenamiento estuvo distraído con cosas en su cabeza (un chico pelinegro con falda rosa). Como si no pudiese pensar en otra cosa que no sea en Chanhee. Odiaba estar enamorado.

Y ahora sus pies lo habían llevado dentro de esa tienda para ver la falda rosa y, ¿En qué momento la había tomado para comprarla? Ya ni sabía si su cuerpo era realmente suyo.

¿Chanhee usaría la falda si se lo pidiese? Por supuesto que no, se puede ver a kilómetros que apenas y te soporta se dijo así mismo.

Pero bastante tarde. Ya la habia pagado. Tuvo que ocultar un poco su rostro con su gorra cuando la cajera le dio una mirada desconfiada, pero luego pareció cambiar su rostro a uno amable y preguntó.

—¿Es para tu novia?

—¡Si! Mi novia... —mintió. Si tan solo la mujer se enterara de que a la falda no la quería para una mujer.

—Seguro que le va a encantar. —le dijo dando ánimos.

—Eso espero... —respondió, aún si en su mente solo se repitiera a Chanhee dándole una patada en la ingle.

🌸

Esa noche, cuando Eric se fue a dormir, soñó con un Chanhee de cabello color rosa usando una falda del mismo color.