La falda [nyuric]

E.

El olor a café y carne de hamburguesas, adolescentes charlando y riendo, otros hasta gritándose, cada uno en sus respectivos grupos de amigos y conocidos, era siempre lo mismo cuando iban a la cafetería a almorzar.

—¿Y cómo te fue ayer en tu trabajo? —escuchó decir a su amigo sacándolo de sus pensamientos.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Debería haberme ido de una manera en particular? —preguntó algo inquieto, ¿Eric había contado algo a alguien sobre lo ocurrido?

—¿Qué es lo que sucede? Pregunto porque te molestaba tanto de que te tocó con Eric porque era un insoportable y tenías miedo de hacer todo el trabajo tu mismo —contestó Kevin, como si fuera algo obvio.

—¡Ah! cierto. Si. No estuvo tan mal, creo... —dijo, recordando todos los acontecimientos que habían sucedido en toda esa tarde haciendo que sus mejillas se pongan calientes. La noche anterior no pudo dejar de pensar en lo que hizo mientras moría de la vergüenza, ¿por qué había hecho todo eso? y, más importante, ¿de donde había sacado el coraje para hacerlo?

—¿Mhm? —preguntó Kevin confuso al haberlo escuchado usar cierto tono de duda.

—Quiero decir, Eric si contribuyó en gran parte, estuvo bien, para ser él... —por supuesto, lo último no se había referido al trabajo, no al trabajo en sí.

—Me imagino. —agregó Kevin como si le tuviera compasión. No, no te lo imaginas Kevin pensó Chanhee.

Del otro lado de la cafetería vio entrar al chico de cabellera roja distinguida junto con sus amigos.

Eric también lo vio y le sonrió, luego siguió con su camino a sentarse en su mesa habitual, siempre en el centro.

¿Me sonreía? Cómo si fuésemos amigos, fue lo que se decía Chanhee. Eric le sonrió de manera tan natural como si lo ocurrido el día anterior hubiese sido nada. Le molestó que Eric se mostrara tan confiado cuando él al verlo casi se congela, y ni hablar del vértigo en su estómago cuando le sonrió.

Realmente, no soporta a Eric Sohn.

🌸

Ese día no tenían historia u otra clase que debiera de compartir con Eric, así que con suerte no vería al pelirrojo en lo que quedaba del resto de la jornada

O eso él creyó.

La próxima vez que vio a Eric ese día fue saliendo del baño. Se dirigía de vuelta a su salón, la única razón por la que lo dejaron ir al baño en medio del horario de clases fue porque había completado rápidamente todos sus ejercicios de matemáticas.

El pelirrojo apareció en el pasillo casi chocando contra su cuerpo de frente. Ni siquiera lo había visto venir. Chanhee solo se quedó paralizado en su lugar sin saber que reacción deberia de tener.

Eric, en cambio, solo le sonrió, ni siquiera parecía sorprendido de encontrarse con Chanhee. Eso hizo que un escalofrío le recorriera por la espalda.

—H-hola, Chanhee. —saludó Eric una vez que vio que Chanhee no parecía querer hablar todavía.

—Hola Eric... —En serio, esto no podría ser más incómodo pensó Chanhee.
—¿Que tal la jornada? —fue lo mejor que se le ocurrió preguntar.

—Bien, muy bien. Normal.—respondió Eric desviando un poco su mirada a sus pies en la última palabra. —¿La tuya?

—Bien también... —Un pequeño silencio se formó luego de que respondiera.

—Acerca de lo de ayer —comenzó a hablar Eric. Chanhee no podía creer que estuviera a punto de sacar conversación sobre eso ahora. —El trabajo de historia... quedó en pausa, así que ¿puedes hoy? ¿o mañana es mejor? —terminó de decir antes de que el pelinegro pudiera detenerlo, pero sintió que volvía a respirar cuando oyó la oración completa.

—¡Oh! es verdad, mañana está bien. —respondió Chanhee, sin mirarlo del todo.

—Bien. —asintió el pelirrojo pensativo.—¿Y por qué el suspiro de alivio? ¿Pensaste que iba a decir algo más? —agregó, sonriendo de manera divertida.

Lo hizo. Volvió a hacerlo. Otra vez usando ese tono descarado con la misma mirada que el día anterior.

Chanhee miró a su alrededor en el pasillo por si alguien prestaba atención a ellos.

—¡No! —respondió con rapidez. —¿Acaso tu quieres hablar sobre algo más? —dijo de igual manera, aunque no sonó como él esperaba. Eric río un poco.

—Tal vez. —Vio a Eric ligeramente jugando con sus pies.

Chanhee se tomó unos segundos para volver a hablar. —Bueno... tendrá que ser en un lugar más privado. —Esta vez fue el turno de Eric para congelarse en su lugar y abrir los ojos. Si, le gustó causar un ligero sonrojo en sus mejillas.

—Tienes razón. —respondió cuando salió de su sorpresa.

El pelirrojo comenzó a caminar de nuevo por donde vino mientras Chanhee lo seguía por detrás sin decir palabra.

Chanhee podía sentir el hormigueo en sus pies mientras caminaba pero aún así no se detuvo hasta que finalmente Eric y él estaban dentro de un salón vacío.

—Entonces... —habló después de que se cerrara la puerta.

—Entonces —repitió Eric. Se fue acercando hasta Chanhee de a poco y se inclinó hasta estar a centímetros de su rostro.

Pasó unos segundos, pero Eric no lo besó, ni un roce, solo se quedó ahí a centímetros. A pesar de toda la emoción y el chiste del juego, Chanhee pudo notar un poco de nerviosismo e inseguridad en la mirada de Eric, entonces, comprendió que el pelirrojo estaba esperando a que él de el primer paso.

Porque si, Chanhee podría simplemente haberse dado la vuelta mientras venían, pero Eric todavía le estaba dando tiempo para que se fuera y se negara.

Pero Chanhee lo besó. Inmediatamente Eric le devolvió el beso tomándolo de una mejilla. Sus labios se movían, se separaban y luego volvían a encontrarse.

Las manos de Eric ya estaban en su cintura cuando sintió como una lengua lamió su labio inferior, eso fue todo para que Chanhee abriera su boca dejándolo entrar.

El pelirrojo lo empujó un poco más hacia atrás y, habría llevado a Chanhee al escritorio con éxito si no fuera porque lo hizo tropezar con la pata de una silla.

—¡Eric! ¡Ten cuidado! ¡No seré yo quien se desmaye ahora por un golpe en la cabeza! —regañó. Realmente pudo haberse caído muy mal sino fuera porque Eric lo sostuvo justo a tiempo.

—¡Lo siento mucho! —dijo el más bajo apenado. Chanhee suspiró y rodó los ojos, pero siguió aceptando los besos de Eric aún después de casi caerse.

A pesar de disfrutar de los labios de Eric en los suyos, a veces se asustaba de verdad cuando creía escuchar pasos acercándose en el pasillo. No dejaba de pensar en el hecho de que cualquier estudiante podía entrar y verlos, o peor aún, un profesor. Chanhee era un buen estudiante, (¡el mejor de la clase!!!) no se supone que debería estar haciendo este tipo de cosas con Eric.

Realmente se odió cuando se dio cuenta que el último pensamiento solo lo emocionó más y se sonrojó por eso.

—Te gustan mucho mis besos ¿no? —dijo Eric riendo.

—¡¿P-puedes solo callarte y seguir con lo que estabas haciendo?! —dijo, su sonrojo solo se prolongó más hasta sus orejas. Eric solo le respondió con un bajo "Lo que pidas".

Los besos y pequeños toques siguieron unos minutos más hasta que la campana sonó indicando que todos ya podían volver a sus hogares. Eric y Chanhee se separaron rápidamente y salieron, no sin antes arreglarse un poco, para que nadie los viera solos en un salón vacio.

—Bueno, ¿nos vamos mañana? —preguntó Chanhee sin saber qué más decir.

—Por supuesto. Ah, y... buena charla. —dijo Eric, antes de caminar y alejarse rápido que Chanhee no pudo formular una respuesta.

infló sus mejillas y rodó los ojos. Se dio la vuelta para marcharse, reflexionando por fin en lo que sea que él y Eric acababan de comenzar.