El Festival de los Dragones [BakuTodo]

Parte Dos.

Todoroki hizo todo lo posible por serenarse en lo que Kirishima empezaba el descenso en las orillas de lo que parecía ser la isla principal, al ser la más grande y apenas sintió que sus pies tocaban la arena, el gigantesco dragón lo soltó.

El bicolor se alejo no para huir, ¿a dónde iría en un reino desconocido? ¿a quien podría pedir ayuda cuando la persona que lo trajo era el monarca del lugar? No, se movió para dejarle espacio al dragón rojo para aterrizar y fue entonces que unas eufóricas voces se escucharon a su alrededor, hablando en su idioma para su sorpresa.

— ¡Oh, no puedo creerlo! ¡Realmente trajo a alguien!

— ¡Carajo, perdí mí dinero! ¡Midoriya, se un chamán benévolo y perdona a tu fiel seguidor! ¡Perdona sus deudas!

— ¡Y es un hombre! ¡En verdad es un hombre!

¿Hay algún problema con que sea hombre?

El menor volteo, con su espada aún en mano que no había soltado en ningún momento al no haber podido guardarla en su funda cuando fue capturado. Había un pequeño grupo de personas que estaban empezando a acercarse a él a las corridas, la más curiosa de ellas era una mujer de tez rosada, ¡rosada! Y con dos cuernitos amarillos en su cabeza, seguida de dos hombres bajitos y delgados, uno de ellos era rubio y venía colgado del brazo el otro que tenía un peculiar cabello verde y vestía una ropa un poco extraña, una tela blanca sumamente larga que lo cubría junto con una corona que parecía hecha a partir de ramas y flores de colores.

—Carajo, ¿qué hacen aquí?

La voz ronca de Bakugou hablando tan cerca suyo tomo al menor por sorpresa, quien se movió y vio hacía el de ojos rojos. Era apenas unos centímetros más bajo que él pero el aura que transmitía era tan poderosa que dejaba al más alto un poco cohibido.

El cenizo giro en su dirección, le vio con la espada y alzo una ceja. El menor la guardo, sabía que era inútil usarla pero no le gustaba que se lo hubiera dicho con gestos tan obvios en su rostro.

— ¡Manzel! Perdonarme, ¿el viaje fue muy brusco? ¿no se lastimó, verdad? Intenté no agarrarlo demasiado fuerte pero si se caía en el océano hubiera sido difícil rescatarlo así qué...

El bicolor volteó hacia la persona que acababa de hablar y vio que en vez del enorme dragón que lo había traído hasta ese lugar, estaba el emisario que vio momento antes en la sala del trono junto con Enji. Con las mismas ropas que antes y ahora, con una mueca apenada en su rostro.

No pudo evitar su asombro.

—Tú...¿te puedes convertir en dragón? —parpadeo sorprendido.

— ¿Eh? Oh, sí, soy metamórfago. Hmm, un cambiaformas por decirlo más sencillo —dijo el pelirrojo como si no fuera nada —Ah, en Endveador no me presente adecuadamente por órdenes de Blasty, mí nombre es Kirishima Eijirou y soy el guardia personal del príncipe heredero, además de su mano derecha en asuntos de estado y mejor amigo.

Shoto sintió un vuelco en su estómago y su cara su puso pálida. Entonces, todo este tiempo Enji no había insultado a un simple emisario, ¡había insultado a la persona de confianza del príncipe del Reino de los Dragones! ¡esa era un ofensa gravísima! ¡más que insultarlo, dijo todo tipo de barbaridad y calumnias contra su raza!

El bicolor no perdió el tiempo y se inclino ante el pelirrojo que no había terminado de hablar para preguntarle cómo había pasado el viaje.

—Yo, Todoroki Shoto de Endveador, pido tu perdón por todas y cada una de las cosas que dijo mí padre y rey —se disculpo con la mayor sinceridad de todas — ¡Te daré cualquier retribución que mí reino pueda ofrecerte!